Tegucigalpa – Empleados suspendidos por 120 días procedieron este viernes a tomar las instalaciones de una fábrica textil en Choloma, Cortés, norte de Honduras.
Los empleados fueron suspendidos argumentando falta de trabajo y de materia prima, pero ellos aseguran que es un despido indirecto y ahora reclaman sus derechos laborales.
En ese sentido, exigieron se les cancele su liquidación ya que no pueden continuar esperando a que se cumpla la suspensión.
Se trata de un grupo de 70 empleados suspendidos durante cuatro meses, quienes al término del plazo deberían poder regresar a sus puestos de trabajo.
Sin embargo, los inconformes ahora quieren su liquidación total para poder proceder a buscar un nuevo trabajo el inicio del próximo año.
Advirtieron que continuarán con la toma de las instalaciones hasta que alguna autoridad de la empresa brinde alguna solución.
Entre tanto, los empleados que no han sido suspendidos no pudieron ingresar a la fábrica a desempeñar sus labores cotidianas.
