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Empleados de Salud y Educación se capacitan en supervisar impacto de Bono 10 Mil

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Tegucigalpa – La ministra de la Presidencia, María Antonieta de Bográn, inauguró el jueves un taller dirigido a personal técnico y directores departamentales y regionales de los sectores de Salud y Educación, cuya tarea será la de verificar los resultados e impacto del programa del Bono 10 Mil que impulsa el Presidente Porfirio Lobo Sosa.
 

El evento, realizado en las instalaciones del Instituto de Investigación y Capacitación Educativa (INICE), contó con la presencia de un centenar de funcionarios responsables de las regionales departamentales de ambas secretarías así como los ministros de Educación Alejando Ventura, de Salud Arturo Bendaña y la directora del Programa de Asignación Familiar (PRAF). María Elena Zepeda.

Guillén señaló que el bono es una promesa presidencial cumplida a través de su entrega efectiva, que propicia que familias en extrema pobreza tengan dos tercios de la canasta básica a nivel rural.

“Si bien es cierto estamos cumpliendo, el desempeño total es cuando en verdad los niños, niñas, jóvenes y madres en gestación logran tener los servicios de salud como corresponde”, acotó.

Reiteró que no se trata de regalar dinero sino generar incentivos para aquellas personas que no pueden atender sus necesidades mínimas básicas y tener acceso a esos servicios.

Todo eso compromete al Estado y más a los sectores de Salud y Educación, porque para que el bono rinda sus efectos se necesitan, además de la voluntad política, los recursos económicos, humanos y la logística, agregó.

Eso con el fin de que el programa sea una motivación que derive la corresponsabilidad de los beneficiarios de cumplir con la atención a servicios de Salud y Educación.

Apuntó que se ha avanzado en el proceso, pero se necesitan esquemas que generen la afluencia y continuidad de los padres de familia. Citó que en el caso de educación, lo que más incide en el ausentismo es la falta de recursos, por lo que se busca que al menos las condiciones básicas se cumplan y no sea lo económico lo que impida a los niños ir a la escuela.

La funcionaria recalcó que el bono es la columna vertebral en las iniciativas de Educación para reducir la deserción, que los niños comiencen la escuela en la edad debida y que salga de sexto grado y eso debe ser evaluado.

“Es un compromiso como país, seguir entregando el bono y para ello es clave que las escuelas estén abiertas para que el programa tenga su resultado positivo”, subrayó.

“Ya cumplimos en el 2010, se entregaron más de 160 mil bonos y en las manos de quienes puedan confirmar esa corresponsabilidad en Salud y Educación está que esas personas sigan recibiendo el beneficio, no sería justo que se les prive del bono por no contar con una evaluación”, concluyó.

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