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Elecciones EEUU: Trump y el “trumpismo” los grandes perdedores y la democracia norteamericana la vencedora, además de DeSantis

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Análisis de Alberto García Marrder / Especial para Proceso Digital

A falta de los resultados finales de las elecciones de “mid term” de Estados Unidos, se puede adelantar que la democracia norteamericana ha salido robustecida al salir airosa de los embates radicales del ex presidente Donald Trump, el gran perdedor de esta jornada electoral.

Los republicanos sí van a recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes, pero es una victoria por un margen tan escaso que parece una derrota, porque es muy lejos de tanto alardear estos que iban a ganar “por goleada”.

Trump ha prometido anunciar oficialmente la próxima semana si se presenta o no a las primarias del Partido Republicano

Y en el Senado, sigue el empate, con grandes posibilidades que los demócratas de mantener su ligera mayoría de los 50-50 escaños, más el voto decisivo de la vicepresidenta Kamala Harris.

Trump no tiene nada que celebrar. Los candidatos que ha patrocinado han fracasado, en su mayoría, y muchos analistas republicanos se preguntan que tal vez les hubiera ido mejor sin la presencia tan ostentosa del ex presidente que aspira a volver a la Casa Blanca.

Trump ha prometido anunciar oficialmente la próxima semana si se presenta o no a las primarias del Partido Republicano para elegir el candidato para las elecciones presidenciales del 2024. Ya todo parecía que si lo haría…hasta las elecciones del martes.

Ahora Trump tiene un rival fuerte en el campo republicano: Ron DeSantis, quien acaba de revalidar la gobernación del estado de Florida, por un amplio margen de un 60 por ciento. Y lo más novedoso, que ha demostrado que puede ganar hasta en el Condado de Miami-Dade, donde no vencía un republicano desde hace décadas.

Trump tiene un gran dominio sobre el Partido Republicano, pero ahora tras el desastre del martes, los jerarcas estarán cuestionándose si vale la pena seguir con “el mal conocido” o buscar savia nueva que pueda vencer en feudos tradicionales demócratas como en el Condado Miami Dade, en el sur de Florida.

Sin duda, el primero en echarle la culpa a Trump de no haber ganado el Senado (en privado o en público), como pronosticaban los sondeos, será el líder de la minoría republicana, Mitch McConnell, que se preparaba para ser el líder de la mayoría y poder bloquear la agenda social del presidente demócrata, Joe Biden, en los próximos dos años.

Ahora Trump tiene un rival fuerte en el campo republicano: Ron DeSantis.

Y a todo esto: ¿Cómo queda Biden tras estas elecciones legislativas? Es tradición que en las elecciones de medio término, el presidente que está en la Casa Blanca, sea demócrata o republicano, salga el más perjudicado.

Biden, a pesar de haber perdido la Cámara de Representantes, no ha salido tan afectado como se temía. Arrastra una de las mayores inflaciones (8.2 por ciento en septiembre) que ha tenido este país y los norteamericanos se recuerdan de su madre cuando pagan la factura de la gasolina o la del supermercado.

Le está haciendo mucho daño también los deslices de memoria o de agilidad mental que la televisión muestra a cada rato. Tiene 79 años.

Pero hablar de que se presentará a la reelección es otra cosa, a pesar que él dice que lo hará. Y nadie apuesta por Kamala Harris, la actual vicepresidenta y ex senadora. El partido tiene que buscar y pronto, un candidato viable para enfrentarse a Trump o DeSantis.

Ahora solo falta por ver si Trump se va a sacar de la manga alguna queja de que ha habido un fraude en el recuento electoral, como lo ha venido  haciendo de que le robaron las elecciones presidenciales de 2020 y que Biden es un presidente ilegítimo.

Casi más de 200 congresistas republicanos elegidos o reelegidos el martes, piensan igual.

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