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El TPS bajo el fuego político-interno y externo- de la migración

Por: Ricardo Puerta

Tegucigalpa.– Hasta ahora,  la migración hondureña, sobre todo hacia los Estados Unidos, es un  instrumento activo en el rejuego político interno y externo que mantienen en sí y entre sí, Estados Unidos y Honduras.

Para muestra: el Permiso Temporal de Trabajo, ó TPS por sus siglas en inglés. El TPS es un estatus migratorio que el Gobierno de EEUU ofrece a inmigrantes indocumentados que no pueden regresar a su país debido a desastres naturales o conflictos civiles.

La prolongación del TPS, “en países de mier…”, tal como identifica Trump a “países como El Salvador y Haiti”, ayuda a perpetuar los intereses de Estados Unidos en su política exterior y también deriva beneficios para los países protegidos, como Honduras.

Si bien la Administración del “re-electo JOH”, repite  que la migración “es de prioridad en el pais”, lo dicho no llega a ser una política pública nacional  pro-activa, con valor estratégico y operativo en el desarrollo del país..

Evidencia: en el Congreso Nacional de la Republica de Honduras hay 36 comisiones que atienden los  “temas de interés nacional” y  ninguno de esos Comités es de Migración. Por eso,  la “tal política pública que rige la migración hondureña”,  existe más bien por omisión que por una acción intencionada de quienes han gobernado y gobiernan este  país.

Hay una excepción a lo anterior. En la prensa nacional informa de vez en cuando que  llegan al país cadáveres de nacionales, cuyos gastos de flete y otros sanitarios, los paga el Gobierno hondureño. Con el entendido, que el difunto es un emigrado nacional, cuyos familiares en Honduras carecen de recursos propios para afrontar esos gastos y póderlo enterrar en su comunidad de origen.

En adición, el gobierno hondureño  usa la emigración de sus connacionales, para lograr estos beneficios:

1) Capta fondos frescos en moneda dura, equipos modernos,  tecnologías “de punta” y asistencia técnica de la cooperación para combatir la inseguridad que reina en el país debido a las maras, pandillas, impuesto de guerra, trata, extorsiones, secuestros, narcoactividad, etc.  Al hacer esto, la inseguridad  ciudadana se convierte en la razón principal del gobierno de turno para explicar porqué los hondureños  se van al extranjero, pasando a plano inferior otras causas concurrentes, como son lograr un empleo y la unificación familiar; ésta última es mas bien estacional porque adquiere más importancia en la medida que se acercan las ciertas celebraciones nostálgicas, como son las de Navidad, Día de las Madres, comienzo del ciclo escolar, etc. 

2) La emigración ayuda a reducir los altos índices de pobreza reinantes en el país.  Y como después de irse  encuentran pronto un empleo en el extranjero, empiezan a mandar religiosamente remesas a los familiares que dejaron en Honduras; la cuales,  en agregado, suman ya el 18% del Producto Interno Bruto/PIB nacional y…

 3) Quienes emigran, al no encontrarse en Honduras, dejan de demandar ciertos servicios esenciales de vida cotidiana, en su mayoría de alto costo estatal, como son los de salud, transporte, educación,  energía y vivienda. 

No olvidemos que el “legalmente re-electo Presidente JOH” fue el único Jefe de Gobierno centroamericano que este año se fue por unos días a Estados Unidos, con un equipo selecto de asesores, incluyendo a Arturo Corrales, el negociador estrella hondureño. Todos ellos trabajaron con Marlon Tábora, Embajador de Honduras en ese país, un reconocido conocedor de cómo operan los poderes gubernamentales estadounidenses y quiénes son los actores claves en la sociedad civil, religiosa  y en los partidos políticos de ese país.

Y de paso, dejaron en Washington y Nueva York, bien explicadas las necesidades del actual Gobierno de Honduras en los entes de la cooperación internacional, regional y binacional que apoyan con recursos la solución del reto hondureño migratorio transnacional.

Producto de ello, Honduras goza hoy de una extensión del TPS hasta enero del 2020, con potencial de ampliarse hasta setiembre del 2021,  si el Congreso de los Estados Unidos aprueba una Ley que hace menos de un mes fue presentado al pleno, por un Congresista del Partido Republicano.

Visto todo ello en suma, los más de 40 mil hondureños tepesianos estan en ventaja frente a la incertidumbre que  enfrentan  sus equivalentes: 200 mil salvadoreños, aún amparados por el TPS hasta el 5 de enero del 2019 y  los 2,500  nicaragüenses también protegidos con su respectivo TPS hasta setiembre del 2019.

Estos centroamericanos deberán abandonar Estados Unidos, si antes de esas fechas fatales no logran una solución legal permanente al TPS vigente que poseen.

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