Ciudad del Vaticano – El papa Francisco anunció este sábado que reactivará la comisión de estudio sobre la posible ordenación de las mujeres diácono.
El pontífice hizo esta afirmación en su discurso de clausura, después de que 184 obispos votaran el documento final del Sínodo del Amazonas, redactado con las conclusiones del debate sobre esta región celebrado en el Vaticano en las últimas tres semanas.
Francisco avanzó que dotará de mayor personal a esta comisión, creada en 2016 y que tras dos años de estudio llegó a un punto muerto sobre cuál fue el papel o si existieron las llamadas diaconisas en los primeros años del cristianismo.
Durante este Sínodo, la necesidad de dar mayor relevancia a la mujer en la Iglesia fue abordado ampliamente, ya que en las comunidades amazónicas son imprescindibles para el funcionamiento, como reconocieron todos los participantes.
El papa indicó que «recoge el guante» que le lanzaron las mujeres durante el Sínodo de ser escuchadas.
Las cerca 35 mujeres presentes en el sínodo entregaron una carta al papa durante esta asamblea en la que pidieron que pudieran votar las religiosas, como ya lo hacen algunos representantes de las congregaciones de hombres.
En el Sínodo se permite solo votar solo a los obispos, pero desde el año pasado, gracias a la dispensa papal, pueden hacerlo también algunos de los representantes de las ordenes religiosas masculinas.
«No hemos aún caído en la cuenta de lo que ha sido la mujer en la Iglesia. Nos hemos quedado siempre en la parte funcional, la de que tiene que estar en los consejos, y eso sí, pero es que va más allá», dijo Francisco en el discurso que cerró las tres semanas de debate del Sínodo sobre la Amazonía.
Con este fin, señaló que espera poder entregar una exhortación postsinodal sobre los resultados de este Sínodo antes de final del año «para que no pase mucho tiempo».
Francisco también anunció que se creará una sección dedicada a la Amazonía del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Además, se estudiará la redistribución de los sacerdotes en los países para evitar que falten en algunas zonas.
También criticó a los que definió como una «elite de católicos» que caerán en la tentación de detenerse en cuestiones disciplinarias, «cositas», y pasar por alto «lo grande».
Asimismo, pidió a los medios que presten atención al diagnóstico que se ha hecho de lo que sucede en la Amazonia a nivel cultural, social, pastoral y ecológico.
