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El nuevo Gran Duque Guillermo de Luxemburgo tiene raíces cubanas y españolas

Redacción internacional – Guillermo de Luxemburgo, que ha sido coronado Gran Duque este viernes tras la abdicación de su padre Enrique, tiene raíces cubanas y españolas, por lo que habla un español fluido, además de inglés, alemán, francés y luxemburgués.

El nuevo jefe de Estado pertenece a la dinastía de los Nassau y los Borbón-Parma por parte de padre y tiene orígenes plebeyos por el lado de la madre, que nació en La Habana en el seno de una adinerada familia cubana que tuvo que exiliarse tras la Revolución de 1957.

Cubana de nacimiento, suiza de adopción y luxemburguesa tras su matrimonio con el Gran Duque Enrique de Luxemburgo, la madre de Guillermo de Luxemburgo es María Teresa Mestre y Bastilla-Falla, miembro de una familia cubana con orígenes españoles.

Los abuelos maternos de María Teresa fueron Agustín Batista y González de Mendoza, un destacado hacendado y presidente del Consejo de Administración de la Trust Company of Cuba, y María Teresa Falla Bonet, hija de un influyente dueño de ingenios azucareros y bancos en Cuba que la Revolución de Fidel Castro confiscó.

Tras la caída del dictador Fulgencio Batista y la llegada de Fidel Castro al poder, la familia de María Teresa se exilió a Nueva York, donde continuaron incrementando su fortuna en América del Sur, Estados Unidos y Suiza.

María Teresa abandonó la isla a los tres años rumbo a Estados Unidos, donde su familia permaneció una temporada antes de instalarse en Europa, primero en Santander (España) y más tarde en Ginebra (Suiza).

Fue precisamente en el país helvético donde María Teresa conoció a su futuro marido, el príncipe Enrique de Luxemburgo, mientras ambos hacían sus estudios universitarios de Ciencias Políticas en la universidad de Ginebra.

La familia gran ducal se opuso, al principio, al noviazgo del príncipe Enrique y la joven cubana, porque María Teresa no tenía sangre real, por lo que la Gran Duquesa Carlota, abuela de Enrique de Luxemburgo, no veía con buenos ojos la relación.

Finalmente se casaron el 14 de febrero de 1981 y tuvieron cinco hijos, el mayor de los cuales, Guillermo, hoy ha sido investido Gran Duque.

Los actos, que se prolongarán con celebraciones durante todo el fin de semana, comenzaron a las 10:00 hora local con la ceremonia de abdicación del Gran Duque en el Palacio Gran Ducal, para poner fin oficialmente al ducado de Enrique (70 años).

Una hora más tarde, a las 11:00 horas, fue proclamado Guillermo (43 años) como Gran Duque en la Cámara de Diputados.

El resto de actos previsto durante el día incluyen el saludo de Guillermo y la nueva Gran Duquesa Stéphanie, acompañados de sus hijos Charles y François, desde el balcón del Palacio Gran Ducal, una recepción en el Cercle Cité y una cena de gala en el Palacio Gran Ducal.

El sábado 4 de octubre, segundo día de celebraciones, está previsto que Guillermo y Stéphanie recorran varias localidades de Luxemburgo para saludar a la ciudadanía y participar en distintos espectáculos, mientras que el domingo tendrá lugar una misa Te Deum en la Catedral con la familia del Gran Duque. EFE

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