Tegucigalpa – El calentamiento global genera alteraciones en el clima mundial, incluso varios fenómenos de la variabilidad climática se vuelven más frecuentes e intensos, entre ellos el fenómeno El Niño, advierte el Centro de Estudios Atmosféricos (Cenaos) de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
Se denomina “El Niño” a la presencia del calentamiento anómalo de aguas en el Pacífico ecuatorial, que altera el clima a nivel mundial, reduce la actividad ciclónica en el Atlántico y la aumenta en el Pacífico; por otro lado, en Centroamérica se manifiesta con menos empujes de aire frío y una canícula prolongada, que es la disminución de lluvias dentro de la temporada lluviosa (Canícula: deriva de canes/perros, en alusión al fenómeno del calor abrasivo).
El fenómeno actual ha sido considerado como un evento extremo, y muy parecido a los registrados anteriormente entre 1982-1983 y el de 1997-1998, que de acuerdo a estimaciones hechas por la CEPAL provocó pérdidas en Centroamérica estimadas en US$ 475 millones de dólares. Los daños provocados por este evento, aunque todavía no han sido totalizados, podrían superar fácilmente esa cantidad debido a que han sido estimados como mayores.
Debido a lo anterior, se conformó el Comité Interinstitucional para el Manejo de la Sequía, que alerta a las autoridades, como también a la población en general, para que adopten planes de contingencia en materia de producción de alimentos, con el fin de evitar escasez, fomentar la socialización del pronóstico extendido, el uso de cultivos alternativos, el ahorro del agua e idear planes en materia de administración del vital líquido para acueductos y canales de riego.
La mayoría de los modelos de pronóstico estacional, indican que este evento finalizaría a mediados de mayo de este año, justamente a inicios de la estación lluviosa, en la mayor parte del territorio hondureño. Por lo que el mayor impacto que experimentaríamos es alza en las temperaturas que superarán en más de 2 grados Celsius al promedio histórico en la mayoría del corredor seco, entre enero y abril; y en mayo más de 3 grados Celsius.
Estas condiciones provocarían un incremento en la evaporación de agua superficial y en la evapotranspiración, facilitando el proceso de secado de pastos y malezas y la disponibilidad de combustible vegetal para la propagación de incendios forestales, también estas condiciones propiciarían la proliferación de vectores transmisores de enfermedades como dengue, chikungunya y zika, también, un ambiente favorable para la propagación del gorgojo de pino; por lo que se deben tomar todas las medidas de prevención.
De acuerdo a los análisis meteorológico, debido a entrada de brisa de mar y las altas temperaturas, se pronostican condiciones meteorológicas inestables durante abril, en el sur de los departamentos de Copán, Ocotepeque, Lempira, Intibucá, La Paz, Comayagua, Francisco Morazán, El Paraíso, y en los departamentos de Choluteca y Valle; que se caracterizarían con la formación de nubes de desarrollo vertical que podrían generar precipitaciones intensas de corta duración, con tormentas eléctricas, vientos racheados y probables precipitaciones de granizo. Después tendríamos una ausencia de precipitaciones en mayo, que se reiniciarían a mediados de ese mismo mes en todo el corredor seco.
Aunque es muy temprano, todavía, para hacer pronósticos de cómo podría ser la temporada ciclónica, de acuerdo a las condiciones atmosféricas y oceánicas actuales, preliminarmente podríamos esperar una temporada ciclónica bastante activa. Es por ello que incluso utilizando el método de analogías, desde el año anterior se gestionó para que un avión caza huracanes visite Honduras en abril próximo.