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El mundo maya virtual: Cómo se logró la maravillosa digitalización?

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En 1891, Alfred Maudslay, un explorador inglés motivado por las narraciones de otros investigadores que habían estado en las zonas arqueológicas mayas de Guatemala, Honduras, Belice, El Salvador y el sureste mexicano, tomó el dispositivo tecnológico más avanzado de su época: una cámara fotográfica de gran tamaño, químicos, placas de vidrio y se embarcó en una aventura que a 128 años ha tomado gran relevancia gracias, una vez más, a la tecnología.

 La labor de Maudslay no sólo fue valiosa por el registro fotográfico que hizo de ruinas en el sureste de México como las de Yaxchilán, Chichén Itzá o Palenque -en la cual puso un especial interés-, sino también porque realizó moldes de yeso de piezas, relieves e incluso de glifos, que ahora están disponibles como modelos en tercera dimensión para su observación en realidad virtual (VR, por sus siglas en inglés) gracias a un proyecto de digitalización en conjunto entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Museo Británico y Google Arts & Culture.

Para llegar a Palenque es necesario internarse en la selva de Chiapas. El trayecto por carretera es sinuoso. Si se llegase a pensar en caminar para acceder al lugar, las condiciones climáticas que combinan la pesada humedad y el calor desgastante harían cambiar de opinión a quien se le haya ocurrido tan osada idea.

No obstante, ese clima, así como el hecho de que llegó a cargar con un par de cámaras, 400 toneladas de yeso y de que se encontraría con la vegetación de la selva en su máximo esplendor, no fueron impedimentos para Maudslay y sus trabajadores, quienes eran habitantes de la zona.

A pesar de todas las complejidades que implicaba su labor, el inglés quería mostrar su mirada de Palenque, “una de las capitales más importantes del área maya”, a decir de Martha Cuevas, arqueóloga del INAH y parte de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural.

Bajo esta ambiciosa idea, Maudslay emplazó su cámara con el fin de establecer registros más científicos del sitio a diferencia de los exploradores que habían estado en el lugar años antes, quienes hacían relatos más “románticos”, según Ana Somohano Eres, curadora del Museo Británico.

Con anterioridad, el explorador Désiré Charnay había realizado fotografías del sitio, sin embargo, el francés lo había hecho con químicos que necesitaban prepararse momentos antes de realizar la imagen, lo cual disminuía de manera considerable el ritmo de producción.

De esta forma, las de Maudslay fueron las primeras fotografías en placa de vidrio seco y de gran calidad de los lugares más emblemáticos de Palenque, en donde gobernó K’inich Janaab’ Pakal entre el año 615 y 683 después de Cristo: el Templo de las Inscripciones, donde se encuentra la tumba de Pakal, el Palacio y el Grupo de las Cruces, el conjunto ceremonial más importante de este sitio, conformado por tres pirámides que albergaban a una deidad cada una.

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