spot_img

El miedo… es bueno o malo sentirlo?

Por. Lic. Issis Romero
Psicóloga clínica, sexóloga,
terapeuta de pareja y familia.

No podemos negar que la palabra COVID/19 ha ocupado gran parte de nuestros pensamientos en los últimos días, es casi imposible hablar de otro tema, la amenaza al contagio de un virus tan letal como este, sin dudarlo puede modificar no solo nuestras rutinas habituales sino también nuestra psicología y la forma en como reaccionamos a los diversos estímulos que recibimos, lo que nos obliga a comportarnos de maneras inesperadas y en ocasiones des adaptativas.

Imagínense lo que ocurre en nuestra mente cuando somos bombardeados constantemente a través de los medios de comunicación escritos, radiales, televisivos y digitales que tienen en su programación ininterrumpida la actualización de nuevos contagios, las cifras de fallecidos, el colapso de hospitales, la carencia de medicamentos y personal médico saturado, o expuesto a condiciones de trabajo inhumanas, quien podría ser tan fuerte emocionalmente para no afectarse de alguna manera o mostrarse tan indiferente para no sentir miedo por sí mismo o los suyos y ver sus mecanismos de afrontamiento a la presión un poco afectados? 

Es normal que no nos guste sentir miedo, porque lo asociamos a cosas malas, pero es bueno saber que el miedo no es bueno ni malo, es solo una emoción más, tan humana, tan nuestra, sumamente potente y no podemos negar… muy desagradable, pero también muy útil para la supervivencia, pues nos permite reaccionar y escapar eficazmente de peligros inminentes, cuando sentimos miedo, todos nuestros sentidos se activan y se está bastante alerta, por lo tanto, no es buena idea negar o rechazar esta emoción que si la aceptamos y la utilizamos correctamente puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de cualquier persona.

Sin embargo; cuando permitimos que el miedo nos controle ocasiona en nosotros un bloqueo emocional que nos paraliza y anula nuestra capacidad de reaccionar adecuadamente y buscar alternativas para estar mejor, en realidad el miedo bajo estas circunstancias dejaría de ser una emoción sana o necesaria y se comportaría como un enemigo peligroso que ataca directamente nuestro cuerpo y nuestra mente debilitando nuestro sistema inmune inicialmente a través de síntomas afectivos como depresión, ansiedad, irritabilidad, preocupación excesiva, sensación de soledad, vacío emocional, tristeza, pero también manifestaciones somáticas como dolor de cabeza, náuseas, mareos, no dormir bien, no comer bien y en casos extremos ataques de pánico incontrolables.

Por lo tanto, hoy más que nunca debemos aprender a manejar y controlar esta potente emoción y modificar nuestras rutinas diarias para no dar paso a que nos invada negativamente el miedo, es momento de controlar nuestros pensamientos diarios y todo lo que internamente nos repetimos, pues al final ese diálogo interno lo que hace es girar órdenes a nuestro cuerpo, somos lo que pensamos, bajo esa premisa debemos aprender a tomar conciencia de nosotros mismos, a enfocarnos más en el aquí y en el ahora, a realizar actividades placenteras, comunicarnos más y mejor con la gente que nos rodea, nuestra familia y si estamos solos utilizar la tecnología para acercarnos a personas positivas, que nos alegren el día, que nos ayuden a sentirnos mejor y nos desconecten de tanta negatividad que consumimos desde diversas ópticas. Así que manos a la obra, ejercítate, toma espacios de tiempo durante el día para practicar técnicas de relajación y respiración profunda, así como la meditación y el yoga son alternativas para drenar sanamente las emociones que no podemos controlar, pues al final no hay emociones positivas o negativas, ¡solo son emociones que las expresamos de diferentes formas, tú decides si te afectan o te benefician!

spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_imgspot_img