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El espectáculo de luz de la Catedral de Mallorca se abre paso entre las nubes

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Palma, 11 nov .- Casi al despertar este sábado, coincidiendo con San Martín, cientos de personas se han congregado en la Catedral de Mallorca para asistir a la “Fiesta de la Luz”, el singular espectáculo que ofrece el sol al entrar por el rosetón, formando un “ocho” que este otoño se ha abierto paso por instantes entre las nubes.

El protagonista es un efecto lumínico donde el rosetón monumental que preside el altar mayor se proyecta, con todos sus colores, sobre la parte interna de la fachada principal.

Para que todo el que quiera pueda ver este espectáculo efímero, con la parte interna de la fachada principal de la Seu como escenario y que solo se produce dos días en todo el año, con la luz solar proyectándose en el ángulo esperado, la Catedral de Mallorca abre las puertas a las 7.30 horas.

En el momento preciso, el rosetón que preside el altar mayor se refleja con los colores y detalles de los 1.115 vidrios que lo componen, sobre el lienzo de piedra. Este fenómeno “muy singular, que es posible gracias a la conjunción de una serie de factores, no se dan en ninguna otra catedral de Europa”, destaca el Cabildo de la Seu en un comunicado.

Este año, las nubes han añadido expectación, porque sólo han dejado pasar el sol por instantes, ante el regocijo y las exclamaciones de asombro del anhelante público asistente.

Desde la Catedral explican que el motivo principal que hace posible que se produzca este efecto de luz y colores es la construcción del templo sobre la mezquita que se erigía en el mismo entorno, la cual determinó su planta basilical. La fábrica se inició a partir del siglo XIII y se concluyó en la década de 1630.

La combinación entre las dimensiones de la nave central y la ubicación del rosetón mayor, con un diámetro de cerca de 12 metros, hace que ambas estructuras estén perfectamente alineadas.

La construcción de la fachada principal tuvo lugar en tres etapas cronológicas, entre los siglos XVI-XVII y XIX, y presenta dos frontales diferentes, en el interior y en el exterior. Este factor, decisivo, marcó la ubicación actual del rosetón visto desde el muro interior.

Completaría el efecto la finalización del proyecto de instalación de los vitrales a todos los ventanales y óculos disponibles de la Catedral, que empezó a finales del siglo XIX. Destaca que la última fase de los vitrales coincide con las prescripciones litúrgicas del Concilio Vaticano II.

Las condiciones de entrada de luz permanecen estables desde 2010, momento en el que finalizaron las obras de restauración del rosetón mayor.

El fenómeno se ha retransmitido por streaming, a través del canal de YouTube de la Catedral.

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