Elche (Alicante) – El Elche regresa cinco años después a la Primera División con un proyecto completamente nuevo al de las pasadas temporadas y repleto de incógnitas, ya que arrastra en la planificación deportiva el hecho de haber consumado su ascenso a finales de agosto, a menos de un mes del inicio del campeonato.
El conjunto ilicitano siempre soñaba despierto con el regreso a Primera, aunque nadie esperaba que llegara tan pronto, ya que el objetivo del pasado campeonato era lograr la permanencia de forma plácida y sentar las bases para a medio plazo abordar el salto a la élite.
El rendimiento del equipo, repleto de jugadores que ya militaron en Segunda B, fue mayor del esperado y los acontecimientos atropellaron al club, que se vio en la promoción de ascenso y, posteriormente en Primera, de forma imprevista. De hecho, el Elche solo estuvo en puestos de ascenso directo durante todo el campeonato maratoniano en el último minuto del partido de vuelta de la final por el ascenso.
Esta próxima temporada será la primera en la que ya se note la mano del nuevo propietario, el agente futbolístico argentino Christian Bragarnik, quien tras adquirir el club el pasado mes de diciembre y respetar el anterior proyecto deportivo hasta que finalizara la competición ya ha comenzado a tomar decisiones importantes, como el cambio en el banquillo del primer equipo o elegir un nuevo máximo responsable de la cantera.
La salida de José Rojo ‘Pacheta’, técnico que logró dos ascensos en dos años, por el argentino Jorge Almirón, cuyo representante es el propio Brabarnik, abre una etapa en la que el equipo ilicitano puede convertirse en un escaparate de lujo para Europa para los jugadores sudamericanos.
Por el camino a Primera se han quedado algunos jugadores históricos en la entidad, como Iván Sánchez, Tekio o Manuel Sánchez, quienes ayudaron a remolcar al equipo desde Segunda B, o el brasileño Jonathas de Jesús y Juan Cruz, traspasado a Osasuna a cambio de tres millones de euros.
También tiene pie y medio fuera del equipo Óscar Gil, lateral canterano y revelación de la temporada, quien no ha alcanzado un acuerdo de renovación y pueda acabar en el Espanyol, operación que significa otro golpe moral para la afición.
Queda del pasado el buque insignia del club, Juan Francisco Martínez ‘Nino’, quien con 40 años cumplirá el sueño de jugar en Primera División con el equipo de su vida. El atacante, que ya es el jugador con más partidos oficiales y goles en la historia de la entidad, es el ídolo de la afición y casi símbolo de la ciudad, uno de los pocos pilares que ni el propio Bragarnik se ha atrevido a tocar.
También se mantienen y se intuye que tendrán de nuevo un rol importante el portero Edgar Badía, el mejor del pasado curso en Segunda, y el central Gonzalo Verdú. Otros jugadores como Fidel Chaves o Víctor Rodríguez tendrán una nueva oportunidad de engancharse a Primera y demostrar, tras dar un paso atrás, su verdadera valía.
Tras las últimas experiencias en la élite, el Elche parte de salida con el único objetivo de salvar la categoría, tanto en el campo como en los despachos. El equipo acabó descendiendo al año siguiente en dos de sus tres últimos ascensos, por lo que en la memoria colectiva de la entidad y la ciudad se es consciente de la dificultad e importancia de salvar este primer ejercicio.
El consuelo y esperanza que le queda al aficionado del Elche es que Bragarnik se juega todo su patrimonio en este proyecto, por lo que más allá de las formas o la nacionalidad de los fichajes se confía en que forje un equipo competitivo para echar raíces en Primera. JP
