São Paulo – El exfutbolista brasileño Lúcio, campeón mundial en 2002, recibió este miércoles el alta hospitalaria después de tres semanas ingresado por unas graves quemaduras que sufrió en un accidente doméstico, confirmaron fuentes cercanas al exjugador.
El exzaguero estaba internado en un hospital de la ciudad de Porto Alegre para tratarse las quemaduras de segundo grado que le provocaron lesiones en aproximadamente el 18 % de su cuerpo.
El accidente tuvo lugar en Brasilia el pasado 15 de mayo, justo una semana después de cumplir 47 años de edad.
Lucimar da Silva Ferreira, más conocido como Lúcio, explicó que un amigo arrojó alcohol a una chimenea aparentemente apagada y se produjo una intensa llamarada que le quemó parte del rostro, los brazos y las piernas, según explicó a la prensa.
Ingresó de inmediato en un hospital de la capital brasileña y una semana después fue transferido a Porto Alegre, en el sur del país.
Desde entonces, él y su esposa, Marília Forgiarini, han informado de vez en cuando sobre su proceso de recuperación a través de las redes sociales.
En declaraciones a TV Globo tras salir del hospital, Lúcio afirmó que Dios le ha dado «una segunda oportunidad» tras sufrir un «accidente tan grave».
«Después de 20 días —nunca había pasado tanto tiempo en un hospital—, hoy es el día de volver a casa y continuar con la recuperación porque el camino todavía es largo», manifestó.
Lúcio fue una pieza clave en el centro de la defensa de la selección brasileña que se proclamó campeona en el Mundial de Corea y Japón, en 2002. Ese fue el último de los cinco mundiales que ha logrado la Canarinha a lo largo de su historia.
A nivel de clubes, el corpulento central se destacó en grandes equipos europeos, como Bayern de Múnich, Inter de Milán y Juventus de Turín, hasta que en 2020 anunció su retirada como futbolista y puso fin a más de dos décadas de carrera profesional. JS