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El bombero de 81 años que rescata cientos de víctimas de Eta

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Tegucigalpa (Especial Proceso Digital / Por Joel Perdomo) – Fue de los primeros en ajustar su vieja indumentaria de bombero, tomar su lancha y sumergirse en las aguas que inundaron toda la semana el sector de La Planeta entre San Pedro Sula y La Lima para salir al rescate de decenas de hondureños. Mientras usted lee este escrito, él continúa salvando vidas. A los 81 años, es un bombero con alma.

–  Fue el primer presidente de la Confederación de Bomberos de Centroamérica, fortaleció las estaciones de Panamá e integró a Belice.

–  Fundó la estación de Bomberos de SPS y 23 más en otros municipios de Honduras.

–  Todavía tengo fuerzas para seguir, no estoy viejo y me siento al 100% y si volviera a nacer, sería bombero, dijo.

No fue fácil concertar esta entrevista, dejó su teléfono celular básico de lado y tuvieron que pasar más de 12 horas para que tuviera espacio de conversar, no se ha dado tregua colaborando en los salvamentos.

En San Pedro Sula el general Roberto Rodríguez Borjas es conocido como el comandante eterno del Cuerpo de Bomberos. Los ciudadanos reconocen su veteranía al servicio del país y su inmensa e incalculable labor solidaria a lo largo de 56 años continuos en la institución.  

“Yo me retiré del Cuerpo de Bomberos de Honduras, porque hay que darle chance a la juventud; pero en el momento en que mi país me necesite, estaré atento para ayudar en todo lo que pueda, yo soy un bombero por siempre”, manifestó el General en condición de retiro, Roberto Rodríguez Borjas.

Don Roberto dijo que siempre estará cuando el país lo necesite.

Es además el fundador del Cuartel General del Cuerpo de Bomberos de Honduras de San Pedro Sula, también fundó al menos 23 estaciones de Cuerpos de Bomberos en esa misma cantidad de municipios de Honduras.

Pero ya en el retiro, sin pensión alguna, esta semana inmediatamente el diluvio ocasionado por el ciclón Eta afectó el valle de Sula y anegó las comunidades más bajas, el general Rodríguez Borjas abandonó su condición de retiro y abordó su lancha para contribuir a rescatar a las personas afectadas.

En el ínterin, las escenas han sido dramáticas, las calles convertidas en ríos y algunas viviendas sepultadas por el agua, rostros desencajados, llanto, desaparecidos, criminales robando a los mismos rescatistas sus lanchas y en fin las tragedias son muchas y sus caras también. En medio de ello, el comandante eterno de los bomberos también enfrenta los bemoles de las circunstancias y su equipo logístico no se salva de las manos que persiguen lo ajeno, pero nada de eso vulnera la voluntad del jefe bombero

“Yo no tengo miedo, Dios me hizo rescatista y los seguiré siendo hasta que él me de la fuerza y la sabiduría para poder seguir sirviendo, son ocho décadas, pero no me siento viejo, tengo aún espíritu para seguir”, relató; luego de ser visto en medio de grandes inundaciones con el agua hasta el cuello evacuando personas en el Valle de Sula.

Largas jornadas de rescate en SPS  

La foto icónica del comandante Rodríguez ayudando a la gente del Valle de Sula.

Es así como miles de personas se han rescatado, “pero no solo por mí, yo solo soy uno más ayudando, aquí varias instituciones haciendo un arduo trabajo, como el Cuerpo de Bomberos, personal de Copeco y Policía Nacional, y esto es poco lo que hemos hecho, falta mucho más por hacer, todavía hay zonas a las que no hemos llegado”.

El primer día de las inundaciones, “me levanté a las 4:00 de la mañana, vi lo que estaba pasando y dije que no podía quedarme de brazos cruzados, que era el momento de hacer algo por las personas”, contó don Roberto Rodríguez en una amplia conversación con Proceso Digital.   

Pero no se trata solo de la inmensa voluntad que este héroe sin capa tiene para servir a Honduras; ya que su preparación fue adquirida a lo largo de su vida en países muy desarrollados como: Estados Unidos, Israel, Chile y España, entre otros. Es graduado en Salvamento y Rescate, además es buzo profesional.

En emergencias desde 1961 en Honduras y CA

Siempre se destacó por su don de servicio.

Su jornada inició el miércoles, cuando se anunciaron las inundaciones en varias colonias de San Pedro Sula, ese día sin avisarle a nadie salió a las 5:00 AM con su uniforme y su lancha, para evacuar personas, las labores terminaron a las 9:00 PM; “fue cansado, pero logramos rescatar muchas personas y eso es lo que cuenta para mí”, expresó.

La mayoría de las acciones se desarrollan en sampedrana colonia La Planeta y unas 23 colonias aledañas, esas son las zonas a las que se ha podido llegar porque hay lugares que hasta el día de hoy es imposible entrar, ahí solo se podría rescatar por medio de la vía aérea.

Este héroe sampedrano, ha estado sirviendo en todas las emergencias desde 1,961 en Honduras, además tres de ellas en Costa Rica, dos en El Salvador y dos en Nicaragua; esto como parte de los servicios brindados por el Escuadrón de Salvamento y Rescate de San Pedro Sula.

La criminalidad le robó a uno de sus hijos

Después de cumplida la faena, don Roberto toma sus sagrados alimentos.

En la zona norte del país, es conocido como un hombre solidario y servicial a quien no le importa poner riesgo su vida para salvar personas, sin embargo, la violencia le arrebató hace algunos años a uno de sus más brillantes hijos, Herby Orlando.

Rodríguez Borjas, contrajo matrimonio con doña Adelfa Marcos de Rodríguez (QDDG) con quien procreó cuatro hijos: Allan Roberto, Herby Orlando (QDDG), Selvin Ernesto y Lourdes Suyapa.

“No sé por qué le hicieron eso a mi hijo, era una bella persona, se graduó en aviación, se preparó en Estados Unidos, patrocinado por la Embajada Americana, era el encargado de manejar los radares aéreos, los mareros lo asaltaron y me lo mataron, esto fue horrible”, rememoró con un acento de tristeza.

Varias veces al borde la muerte

Siempre estará presto para guiar a las nuevas generaciones, dijo a Proceso Digital.

Refirió que para rescatar personas en una catástrofe como Eta que a su juicio es incluso mayor que el Huracán Mitch (1998), se requiere la solidaridad de todos, por eso agradeció a su excompañero de labores German Salgado, un bombero de Tegucigalpa por prestar su lancha y equipo para desarrollar los rescates.

“Yo he visto la muerte tres veces ya, creo que Dios, por algo me tiene vivo todavía, no sé si vaya a soportar la cuarta, pero todo se lo dejo al Señor, todavía tengo en el cerebro un ataque en mi contra con una ametralladora”, recordó.

Y asegura que la prueba más grande que tuvo en su vida de la presencia de Dios fue en un sector de San Pedro Sula, cuando en esa ocasión se logró rescatar al menos a 500 personas – “no me gustaría recordar ese episodio porque fue muy triste y difícil para mí”, -advirtió.   

“Espero que Dios siga iluminando la mente de nuestras autoridades, que sigan ayudando en este momento; ahora es cuando Honduras más necesita, yo por mi parte seguiré trabajando para buscar a más personas”, concluyó.

 Lo que mi padre nunca les contará

Su famlia es su mayor tesoro. Logró formar un hogar con su ejemplo de servicio.

Allan Rodríguez, hijo de don Roberto, también fue abordado por Proceso Digital y sostuvo que su padre es un hombre muy reservado, “hay cosas que él nunca va a contar, él nació para ayudar y servir, nunca se queja pese a que la vida ha sido dura con él”, externó.  

Su vida ha estado plagada de reconocimientos.

Consecuentemente, contó “mi padre ha dado la vida por muchas personas, ya tiene 81 años y todavía anda trabajando como si fuera más joven, no quisiéramos que él anduviera ahí, pero él es incansable, su vida es servir a la humanidad, nos sentimos orgullosos de él”.

Una vez, desarrollaba acciones de rescate por el Huracán Mitch, la corriente se lo llevó, estuvo más de un día nadando en las corrientes y hasta que pudo auxiliarse de un árbol ahí estuvo colgado, hasta que llegó a un techo de una casa donde estaban al menos 500 personas atrapadas.

“Ese día atendió un parto, gente herida y hasta con picadas de serpientes, todo tenía un propósito, era Dios utilizándolo para salvar más vidas”, dijo Allan Roberto.

Allan que es el hijo mayor de don Roberto, lamentó que su padre hace poco más de dos años se retiró de la institución y no recibe una pensión; “eso es indignante, la vida no sigue siendo justa con él pese a la calidad de persona que es él, el miedo que nos da es que vayan a querer robar su lancha y le hagan daño, mi padre tiene un corazón enorme”, imploró.  

Y en efecto, don Roberto fue consultado sobre si recibía su pensión o algún tipo de ayuda y respondió: “hijo de eso no quiero hablar, ahora hay cosas más importantes que hacer, hay muchas personas que están esperando que alguien les eche una mano amiga y a eso vamos…” JP


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