Tegucigalpa. – El periodista, escritor y analista venezolano Moisés Naím, se ha encargado de recordarnos que: “Los líderes electos (casi) siempre llegan al poder con grandes planes y promesas, pero terminan viendo su atención distraída por crisis y contingencias que nadie anticipó”, destaca en su escrito en el medio mexicano El Economista.
En un reciente artículo titulado “Las feas sorpresas que aguardan a Trump”, Naím señala cinco peligros que amenazan la administración del nuevo gobernante estadounidense:
1) La emergencia climática, derivada de que Trump niega la existencia del problema, e incluso lo minimiza afirmando que el resultado del avance de los mares será que “haya más propiedades frente a la playa”;
2) Una nueva crisis sanitaria, dado que los expertos afirman que el gobierno no está preparado para responder con rapidez y con los recursos necesarios, lo cual se agrava con el nombramiento de Robert F. Kennedy como jefe del Departamento de Salud.
Una respuesta del gobierno estadounidense dirigida por Kennedy a otra pandemia puede poner en riesgo millones de vidas de ciudadanos estadounidenses;
3) Las sorpresas no deseadas de la economía, derivadas del enorme y creciente déficit fiscal de los Estados Unidos, la fragilidad de las cadenas globales de suministros, la mayor precariedad de la economía China, la debilidad de los mercados europeos y las guerras en Europa y el Medio Oriente. Todo esto se puede agravar si Trump inicia una guerra comercial contra China Popular;
4) La oposición puede aprovechar el sistema judicial para retrasar y bloquear algunas iniciativas de Trump; y, 5) La incertidumbre asociada a la geopolítica es difícil de cuantificar y cualificar, debido a los problemas del Medio Oriente, la amenaza de China contra Taiwán y el desdén hacia la OTAN manifestado por Trump (Ídem).
Naím termina su artículo sosteniendo que: “Los simpatizantes de Trump parecen convencidos de que su líder es inmune a los altibajos de la política y de la historia. Pero el engaño no les durará mucho. Ya se encargarán de ello los acontecimientos” (Ídem).
De los cinco señalamientos de Naím antes mencionados, los que más pueden afectar a Honduras son los relativos al cambio climático y los ligados a la economía, ya que nuestro territorio es proclive a los desastres naturales, a la vez que la amenaza de subir los aranceles a las importaciones provenientes de otras economías, la rebaja de impuestos a los ricos, el achicamiento imprudente del Estado y la eliminación de regulaciones en el sector privado, puede convertirse en una tormenta perfecta de consecuencias imprevistas para todos sus principales socios comerciales (México y Canadá), y para naciones como Honduras que dependen mucho de sus exportaciones e importaciones hacia y desde los Estados Unidos.
En el caso particular de Honduras, ¿Qué acontecimientos pueden ocasionarle grandes sorpresas al actual gobierno? A mi juicio destacan dos de tipo externo y tres de carácter interno.
Los dos acontecimientos externos más perjudiciales serían: 1) La llegada de una avalancha de migrantes indocumentados expulsados desde los Estados Unidos; 2) La adopción de un impuesto comprendido entre el 10.0% y el 50.0%, para gravar las remesas familiares provenientes de los hondureños residentes en dicha nación.
Los sucesos internos se vinculan con: 1) La posible sustitución de la actual candidata del partido Libre, para dejar en su lugar a la presidenta Xiomara Castro de Zelaya; 2) El derrumbe de los últimos acuerdos políticos entre las tres principales fuerzas partidarias del país, promovidos por un cambio de estrategia del coordinador del partido en el poder; y, 3) El reemplazo de la actual embajadora de los Estados Unidos en Honduras, por un personaje más duro e intransigente capaz de implementar mejor la política migratoria de Trump.
Me detendré un poco tratando de justificar los tres acontecimientos internos arriba mencionados, por ser los que afectan a Honduras.
Existen varios indicios de que se puede sustituir a la candidata presidencial de Libre por la actual mandataria hondureña: 1) Hay un gran despliegue de propaganda gubernamental mediante la cual aparece doña Xiomara inaugurando diferentes obras y afirmando que Xiomara si cumple; 2) Se ha producido un mayor acercamiento de doña Xiomara a la embajadora de los Estados Unidos; 3) El candidato de Libre escogido por Rixi para conquistar la alcaldía de San Pedro Sula, recién acaba de renunciar, pero se lanzará apoyado por otros movimientos de su partido; 4) El presupuesto gestionado por Rixi para respaldar el trabajo que constitucionalmente han venido desarrollando las Fuerzas Armadas del país en favor del proceso electoral, está siendo ampliamente cuestionado; y, 5) El involucramiento de la candidata de Libre en la decisión de construir una cárcel en Mocorón, departamento de Gracias a Dios, ha provocado el rechazo generalizado de la población Misquita y de otros sectores defensores del medio ambiente.
En cuanto a los acuerdos políticos, que han permitido tanto dar ascensos a miembros de la policía y de las Fuerzas Armadas del país, como garantizar el regreso a Honduras del titular del Partido Nacional, David Chávez, como otros acuerdos que por ahora son desconocidos, en cualquier momento se pueden romper, especialmente si Mel Zelaya toma la decisión de sustituir a Rixi Moncada como candidata presidencial del partido Libre.
La escogencia de Ronald Johnson como candidato de Trump para ser el nuevo embajador en México, permite anticipar que el presidente estadounidense continuará escogiendo halcones para implementar su política exterior. El escogido por Trump es un veterano de la CIA, ex boina verde, que fue diplomático en El Salvador durante su primer mandato, el cual representó el viraje de Washington hacia políticas de mano dura contra la crisis migratoria y el tráfico de fentanilo.
Aunque la diplomática estadounidense Laura Dogu, ha expresado su deseo de continuar como embajadora en Honduras, no se puede descartar que la misma sea reemplazada por otro personaje de línea dura, tal como ya parece que acontecerá en México.
Predecir lo que pasará en un futuro cercano es algo embrollado y hasta aventurado, por lo cual los peligros anunciados en este escrito deben tomarse como posibles escenarios de lo que podría acontecer, sin descartar la necesidad de delinear otros escenarios alternativos o diferentes a los que se han postulado especialmente para Honduras, porque lo que realmente sucederá en Estados Unidos está muy lejos del alcance de un escritor marginal, y más bien le corresponde al análisis sesudo de personas mejor informadas como el mismo Moisés Naím.
En resumen, el alud de acontecimientos externos e internos que se avecinan para Honduras son alarmantes e inciertos, porque todos suponen daños para la economía nacional y la población hondureña migrante.
