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Efectos del dinero en una excluyente democracia capitalista

Por: Ricardo Puerta 

Tegucigalpa. – En los Estados Unidos de América no existe la deuda política del Estado norteamericano -federal, estatal o municipal- a favor de los partidos políticos.

En ese país los partidos políticos no reciben ningún apoyo financiero del Estado por el número de votos que cada partido saca en cada elección, como sucede en Honduras.

Pero eso no significa que los partidos políticos no necesiten dinero para operar y que lo reciban de otras fuentes. Por eso,  la cultura política estadounidense permite otras alternativas para captar dinero. Por eso, darle fondos a un político estadounidense, como donación o para cubrir gastos de campaña, está regulado por ley y es lo más frecuente.

Lobby o Cabildeo 

Según lo permitido, una persona puede donar fondos a los partidos políticos y también puede hacerlo un grupo privado, una corporación, o una organización de la sociedad civil, es decir, un sindicato, gremio profesional, grupo, club deportivo o seguidores de un hobby o pasatiempo, iglesia, ONG, comité de ciudadanos, asociación ambientalista, etc.  La distribución posterior de esas donaciones a políticos y a campañas “con-temas nacionales específicos”,  resulta en lo que en EE.UU. se conoce por “el lobbying, el cabildeo de los lobbies, la industria lobista o de grupos de presión”. 

El lobby o cabildeo es un colectivo con intereses comunes que realiza acciones dirigidas a influir en la administración pública para promover  los intereses de ese colectivo en la opinión pública y en el entramado social. En los Estados Unidos el lobby nace mayormente del poder que tienen los que poseen más riquezas. Es una práctica basada en la desigual distribución de la riqueza y del ingreso. Por eso  tiene efectos selectos, en general, no incluyentes en la democracia estadounidense. Al extremo que  la consabida definición dada por Abraham Lincoln, primer presidente de Estados Unidos, sobre la democracia: el “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, podría ser sustituida por otra descriptiva, más realista, aunque con de sabor oligárquico, conforme a lo sucedido: “democracia es el gobierno de los intereses creados, por los intereses creados y para los intereses creados”.

A todos los cabilderos del poder legislativo estadounidense, nacionales o extranjeros, la ley les exige registrarse e informar sus acciones y beneficiados  en un archivo de acceso público. Esto no impide que actúen en las sombras, detrás de legisladores que estén dispuestos a dejarse “comprar” -legalmente- de una manera delicada y elegante. Llegando a aceptar la defensa de los intereses particulares de ese fuerte poder existente en uno o varios sectores productivos, de consumo o financieros del país. Para ello se amparan en una interpretación de la Segunda Enmienda a la Constitución; cuestionable en sí,  por los beneficios limitados que ello tiene en grupos minoritarios,  a costo y daño de la mayoría, del bien común y de la felicidad generalizada de los ciudadanos.

La Segunda Enmiendaa la Constitución de los Estados Unidos recogió el derecho a poseer armastanto en su interpretación medieval como en la moderna. Es parte de la llamada Carta de Derechos aprobada el 15 de diciembre de 1791. En síntesis, da el derecho a la posesión de armas. Por eso, los  Estados Unidos es uno de los países del mundo con menores limitaciones para adquirir y portar armas de fuego.

La Corte Suprema de los Estados Unidos ha afirmado que el portar armas es un derecho individual que tienen todos los estadounidenses. Aunque también ha precisado que tal derecho no es ilimitado. Ni que por ello no se pueda regular la producción, venta, almacenamiento y uso de armas de fuego o de dispositivos similares. Aunque también nos recuerda,  que en base a la Segunda Enmienda,  el gobierno de los Estados Unidos -federal, estatal o municipal-  no puede violar el derecho que tiene el ciudadano a portar armas.

La mayor matanza… hasta hoy

El tiroteo masivo conocido también como “la masacre de Las Vegas”,  ocurrió el 1 de octubre de 2017 a las 22:08 h, en la ciudad de Las Vegas, Estado de Nevada (Estados Unidos), durante el festival de música country, “Route 91 Harvest”.

Sucedió exactamente mientras el popular cantante de música country  Jason Aldean cerraba el espectáculo musical,  “actuando desde un escenario al aire libre,   cuando un único tirador, Stephen Paddock, disparó contra la multitud de unas 30 mil personas, desde su habitación en el piso 32º del hotel Mandalay Bay, ubicado al sureste de la zona. La masacre resultó en 59 muertos y 527 heridos. Hasta ahora, considerada la peor en los Estados Unidos,  tras los atentados de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, donde murieron 2,749 personas.

Cuando la policía entró a la habitación del asesino de Las Vegas encontró que poseía más de 30 armas de fuego. Reviviendo el debate entre quienes defienden el derecho a la defensa propia -garantizado por la Segunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos- y los que abogan por un país sin armas de fuego.

Tres días después de la masacre de Las Vegas, el 4 de octubre, apareció en el prestigioso diario  The New York Times un artículo de Opinión, 

https://www.nytimes.com/interactive/2017/10/04/opinion/thoughts-prayers-nra-funding-senators.html escrito por David Leonhardt, Ian Prasad Philbrick y Stuart A. Thompson, que por su actualidad, les comento a continuación.

El artículo menciona los 10 senadores de carrera,  del Congreso -Senado o Cámara Alta del poder legislativo  de los Estados Unidos- todos  miembros del Partido Republicano,  que hasta la fecha habían recibido más fondos  de lAsociación Nacional del Rifle o su acrónimo en inglés NRA (National Rifle Association),que históricamente se opone al control de armas.

A continuación, les comparto la lista antes mencionada, con el nombre de los Senadores, el Estado que representan, las sentidas condolencias que expresaron a las víctimas de la masacre de Nevada y a sus familiares, y al final, en negrita y paréntesis, aparece el millonario monto en dólares que hasta octubre de 2017 había recibido del NRA cada Senador:


1. John McCain, 
(Arizona). «Cindy y yo estamos orando por las víctimas de la terrible #LasVegasShooting y sus familias». ($ 7, 740,520). La mayoría de esos fondos los recibió durante las elecciones del 2012, cuando era candidato a la presidencia de la nación por el Partido Republicano.

2. Richard Burr, (Carolina del Norte). «Hoy mi corazón está con la gente de Las Vegas y sus allegados. La trágica violencia de esta mañana no tiene absolutamente ningún lugar aquí en Estados Unidos”.  ($ 6, 986,620).

3. Roy Blunt, (Misuri). «Triste por la trágica pérdida de vidas en #LasVegas. Mis pensamientos están con todas las familias afectadas por este horrible ataque». ($ 4, 551,146).

4. Thom Tillis. (Carolina del Norte). «Susan y yo enviamos nuestras más profundas condolencias y oraciones a las familias de las víctimas de esta terrible y tragedia sin sentido en Las Vegas«. ($ 4, 418,012).

5. Cory Gardner, (Colorado). «Mi familia y yo estamos orando por las familias de los heridos y asesinados en Las Vegas anoche». ($ 3, 879,064).

6. Marco Rubio, (Florida). «Estoy orando por todas las víctimas, sus familias y por los agentes nuestros que primero respondieron al tiroteo #LasVegas #MandalayBay». ($ 3, 303,355).

7. Joni Ernst, (Iowa) «Mis oraciones están con todas las víctimas en Las Vegas y sus seres queridos afectados por este acto de violencia sin sentido». ($ 3, 124,273).

8. Rob Portman, (Ohio) «Jane y yo lloramos la pérdida de vidas inocentes en este horrible ataque en Las Vegas anoche. Estamos orando por aquellos que nos han quitado a nosotros, a sus familias y a todos los heridos en este ataque.”. ($ 3, 061,941).

9. Todd Young, (Indiana). «Debemos ofrecer todo nuestro apoyo a las víctimas y sus familias mientras nuestra nación llora». ($ 2, 896,732).

10. Bill Cassidy, (Louisiana). «Siguiendo de cerca el horrendo acto de violencia en Las Vegas. Nuestras oraciones están con aquellos que fueron heridos, asesinados y sus familias«. ($ 2, 861,047).

Para tener una idea de lo sucedido en las elecciones presidenciales del 2016, la NRA donó $11,438,118 en apoyo a Donald Trump, más $19,756,346 en oposición a Hillary Clinton. Ambos suman más de $31 millones, a la que debe añadirse lo donado en las elecciones a los niveles estatales y municipales

No devuelven ni renuncian a esos dineros 


Además de expresar condolencias, los miembros del poder legislativo pueden hacer mucho más. Un reciente estudio informa que el 3% de los estadounidenses adultos posee la mitad de todas las armas del país, en total  265 millones,  o el equivalente de un arma por cada ciudadano adulto en la población total. Quienes concentran tal arsenal son hombres blancos y conservadores, que viven en zonas rurales. Son citados con frecuencia en el debate público por  haber votado por el candidato Trump en las últimas elecciones presidenciales norteamericanas del 2016.

Los senadores antes listados no hacen nada por regular las armas para evitar la próxima masacre, la cual hace pocos días ya sucedió, en una escuela secundaria de Florida, con un saldo de 17 muertos y 15 heridos. Y mientras tanto, se siguen embolsando los fondos que les donan el NRA y sus seguidores.

Ello sucede cuando la mayoría de los estadounidenses, a lo largo y ancho del país,  dice apoyar leyes más fuertes de control de armas a fin de reducir muertes innecesarias. Si los Senadores citados y otros que le siguen,  hicieran algo efectivo por el control de armas, temen alienarse de sus principales votantes y donantes de fondos, como es la rica y poderosa Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos y sus miembros.

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