EEUU: Si Kamala Harris ganas las elecciones de noviembre, será, sobre todo, por el voto anti-Trump

Por Alberto García Marrder 
Especial para Proceso Digital, La Tribuna y El País en San Pedro Sula

Sobre las elecciones presidenciales en Estados Unidos del 5 de noviembre, la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris cuenta con una baza muy importante para ganar: el voto anti-Donald Trump para impedir, sea como sea, que el ex presidente vuelva a la Casa Blanca. 

Es muy temprano para valorar el debate televisado que mantuvieron el 10 de septiembre Harris y Trump,  pero mejor para ella los insultos y apodos (“eres una camarada comunista”) que le viene lanzando desde que comenzó la campaña electoral Trump, como es muy típico en el, ignora los consejos de sus asesores de que se centre en temas importantes (economía, migración, aborto, etc) y menos ataques personales contra su rival. 

Harris puede dar por ganado el debate tras decir Trump, una vez más, una de sus exageraciones al decir que en el estado de Ohio, migrantes haitianos se comen perros y gatos, declaración falsa.

·         Harris, quien supera a Trump, en casi todos los sondeos previos, puede dar por descontado el voto demócrata, el de la población negra, un 50 por ciento de los latinos, de los jóvenes, de las mujeres y… agárrense… de los republicanos moderados. Estos quieren impedir que su partido tradicional siga controlado por el “Trumpismo” y que la vicepresidencia del mismo, esté ocupado por la nuera de Trump, Lara,  casada con Eric Trump. 

La vicepresidente Kamala Harris con una de sus seguidoras .(Foto Casa Blanca).

La voz de alarma la dio el prestigioso periodista Jonathan Martin en el digital “Político”: Aunque no lo dicen en público, varios congresistas republicanos quieren que Harris gane las elecciones porque consideran a Trump un peligro para poder ganar las elecciones “midterms” del Congreso, en 2026. 

“Lo mejor para el futuro del Partido Republicano, sería que Trump perdiera en estas elecciones presidenciales y de una manera rotunda”, escribe Martin, haciéndose eco de la opinión de varios congresistas republicanos que no quieren dar la cara públicamente. 

El que sí ha dado la cara es el republicano Dick Cheney, ex vicepresidente con el ex presidente George W. Bush, que ha anunciado que votará por Harris, igual que su hija Liz Cheney, ex congresista y también republicana. 

“En los 248 años de historia de nuestro país, nunca ha habido un individuo que sea un peligro a nuestra república como Donald Trump”, dijo Cheney en un comunicado, al recordar cómo este trató de robarse las pasadas elecciones del 2020 con “mentiras y violencia para mantenerse en el poder, una vez que los electores lo rechazaran”. 

La presencia de Kamala Harris, y no Joe Biden, ha dejado descolocado a Trump, quien hubiera preferido al presidente, de 81 años como rival. Él, que tiene 78 años de edad, se consideraba el “jovencito” y ahora es el “viejito” ante un rival de 59 y, además, mujer. 

Trump, que tiene pendiente varios juicios, recibió la semana pasada una buena noticia: un juez estatal (no federal) de Nueva York, Juan Merchan, (de origen  colombiano) dictaminó que emitirá sentencia el 26 de noviembre,  después de las elecciones del 5 de ese mes,  “para no influir en la voluntad de los votantes”. 

El intento de asesinato del 13 de julio de Donald Trump, acuerpado despues por agentes del Servicio Secreto. (Foto Evan Vucci- AP-News).

En mayo, un jurado de 12 neoyorquinos condenó a Trump, tras un juicio de siete semanas, por los 34 delitos graves de falsificación de registros empresariales para ocultar el escándalo sexual que amenazó su campaña presidencial de 2016. 

(En el juicio, salió a relucir que Trump pagó, a través de un abogado suyo, un soborno de 130,000 dólares a una actriz porno, ”Stormy Daniels”, para que se callara sobre una supuesta relación sexual, que él niega. El juicio es por la falsificación de registros y documentos para encubrir ese pago). 

El juez Merchan podría condenarlo a cuatro años de prisión o menos o una simple condena simbólica.  

Harris, ex senadora y Fiscal General en California, es hija de padre negro de Jamaica y madre asiática. En sus casi cuatro años como vicepresidenta pasó muy desapercibida y no hizo mucho sobre la crisis migratoria en la frontera con México, que le encargó Biden y que Trump no se cansa de denunciar.   

Pero ahora, como candidata presidencial y superando a Trump, en las encuestas, ha venido a revitalizar y a darle esperanzas a un Partido Demócrata que estaba muy pesimista ante un envejecido Joe Biden. 

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