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EEUU-ELECCIONES: Biden es el favorito, pero Trump no reconocerá su derrota

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(Especial para “Proceso Digital”- Por Alberto García Marrder).

Washington.- El ex vicepresidente Joe Biden es, según todos los sondeos, el favorito para ganar las elecciones presidenciales de hoy martes en Estados Unidos, con una masiva participación electoral récord, nunca vista desde hace más de un siglo.

Entonces, ¿por qué los demócratas están tan escépticos y no celebran ya su posible victoria? ¿Prudencia? ¿Desconfianza? Las dos cosas.

El presidente Donald Trump, que busca desesperadamente una reelección por otros cuatro años más, ha dicho que no va a reconocer una derrota “si ha habido un fraude” y se niega a confirmar si habrá una transición pacífica, en caso pierda.

Estas elecciones se celebran en un país polarizado y con una evidente desconfianza de que “algo pasara” esta noche o en la madrugada del miércoles, que impida una jornada electoral tranquila y que se respete la voluntad de la mayoría de los votantes. En pocas palabras, ¿un ”pucherazo”?. Sin ser alarmista, hay que esperar lo imprevisto.

Según las últimas encuestas, lo que supuestamente pueda suceder hoy será un “desastre”, no solo, para Trump, también para el Partido Republicano, que podría perder su actual mayoría en el Senado.

El prestigioso sistema computarizado de sondeos “FiveThirtyEight” da a Biden un 89 por ciento de posibilidades de ganar y el semanario “The Economist” de Londres, un 95 por ciento.

Y un sondeo, aún más significativo, el del “The New York Times”/Siena College, indica que Biden aventaja a Trump en cuatro estados decisivos que el presidente ganó en 2016: Arizona por seis puntos porcentuales, Florida tres,  Pennsylvania seis y Wisconsin nada menos que once (52 a 41 por ciento).

Si gana Biden en tres de estos cuatro estados, más los que logró la excandidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, en el 2016, tiene ya el camino libre para la Casa Blanca, O solo que se lleve Florida y un gran estado que Trump ganó en 2016 (como Texas), para ser el triunfador de la noche.

Lo que está ayudando tremendamente al candidato demócrata es la alta participación electoral. Hasta ayer lunes, habían votado, en forma anticipada, nada menos que 94 millones. Ya sea personalmente en las urnas o por correo, como lo hice yo.

La votación de hoy es un referéndum sobre el presidente: Es pro-Trump o contra-Trump.

Si hoy lo hacen unos 66 millones, sería un total de casi 160 millones. Igual a un 65 por ciento del censo electoral. Nunca se había alcanzado esta cifra de participación desde 1908.

La votación de hoy es un referéndum sobre el presidente: Es pro-Trump o contra-Trump.

Vuelvo a incidir en lo mismo. Si las perspectivas son tan buenas para Biden, ¿por qué el escepticismo de los demócratas, parte de la prensa y de los analistas políticos, incluyéndome a mí?

  1. Los demócratas no se olvidan qué hace cuatro años su candidata presidencial, la ex Secretaria de Estado Hillary Clinton ganaba en todas las encuestas, como ahora Biden. Y sin embargo, perdió ante Donald Trump. La esposa del expresidente Bill Clinton le saco una ventaja de más de 2,800,000 votos populares, pero Trump venció por el número de electores del decisivo Colegio Electoral.
  2. No se fían del presidente Trump, ni el mismo Biden. Sospechan que hará todo lo posible por mantenerse en el poder, alegando un supuesto fraude electoral.  Las advertencias de la prensa norteamericana de lo que puede pasar son abundantes, pero me voy a enfocar en tres de ellas.

La de Ron Suskind, columnista del prestigioso diario “The New York Times” y Premio Pulitzer por periodismo de investigación: “El presidente Donald Trump va a usar el poder del gobierno para mantenerse en el cargo o para crear unos términos favorables para negociar su salida de la Casa Blanca”.

Otra: John Cassidy (ex editor del “Sunday Times” de Londres), en la revista “New Yorker”: “Trump ha preparado el terreno para una batalla legal, si pierde las elecciones”.

El prestigioso escritor Barton Gellman, en la revista “The Atlantic” : “Trump no va a aceptar un resultado que no sea una victoria. Si el resultado del voto es muy apretado, Donald Trump podría fácilmente hundir las elecciones en caos y subvertir el resultado. ¿Quién se lo va a impedir?”.

Pero podrían suceder otros escenarios. Todos muy tenebrosos y como hipótesis plausibles.

Cualquier irregularidad en los centros de votación o demoras por días en el recuento de votos por correo (que las habrá) podrían ser aprovechadas por el partido republicano para que sus más de 700 abogados (que ya están listos) impugnen las elecciones por “fraude electoral” en cada uno de los 50 estados.

En esa tónica, estaría quejándose Trump, ya sea por “twitter” (tiene más de 80 millones de seguidores) o en ruedas de prensa.

La intención sería parar el recuento de los votos por correo, que en su mayoría se supone serian para Biden, y llevar el asunto a las asambleas estatales (parlamento regional), generalmente controladas por los republicanos aunque el gobernador sea demócrata. Son estas las que eligen a los electores del decisivo Colegio Electoral.

Y si el “impasse” continua (como se espera), seria, eventualmente, el Tribunal Supremo el que decida quién será el próximo presidente de Estados Unidos.Gracias a Trump, ese alto tribunal tiene ahora una abrumadora mayoría conservadora de seis a tres. Y esperará a que le devuelvan el favor.

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