Oslo – El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, advirtió hoy a Serbia y a Kosovo de que los disturbios que han motivado el refuerzo de la misión de mantenimiento de la paz de la OTAN en territorio kosovar “obstaculizan” el camino de esos países en su integración transatlántica.
“Apoyamos el proceso de integración euroatlántica de Kosovo y Serbia, pero la actual escalada obstaculiza, en lugar de ayudar, los esfuerzos para avanzar en esa dirección”, indicó Blinken en una rueda de prensa al término de una reunión informal de ministros de Exteriores de la Alianza.
En esa reunión, aseguró que “muchos aliados expresaron preocupación” por lo sucedido en Kosovo.
“Hacemos un llamamiento a los gobiernos de Kosovo y Serbia para que tomen medidas inmediatas que eviten la escalada de tensiones y reanuden los esfuerzos para aplicar los acuerdos de normalización (de sus relaciones) dirigidos por la UE”, indicó.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos instó a ambas partes a “evitar cualquier acción unilateral” y a que “vuelva al proceso de normalización y al esfuerzo liderado por la UE”.
“Eso es lo que promete a ambos un futuro de integración en la comunidad euroatlántica”, señaló Blinken, quien agregó que “si alguno de los dos países toma medidas que alejen esa perspectiva, no servirá a los intereses de su pueblo”.
El pasado martes, la OTAN decidió aumentar su presencia en Kosovo con el envío de otros 700 militares para reforzar su misión de mantenimiento de la paz, KFOR, que actúa con mandato de la ONU, tras los últimos disturbios.
La tensión continúa en el norte de Kosovo tras los enfrentamientos que el lunes dejaron heridos 30 soldados de la OTAN y 50 manifestantes serbios que rechazan la autoridad de los alcaldes de cuatro municipios donde son mayoría, pese a ser minoría en el resto del territorio kosovar.
Los regidores fueron elegidos el pasado abril en una elecciones que los serbios boicotearon y en las que la participación apenas superó el 3 %.
Kosovo, antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses, proclamó en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce.
Ambos países negocian la normalización de sus relaciones sobre un nuevo plan de la Unión Europea, apoyado por Estados Unidos, en un proceso interrumpido con frecuencia por el estallido de tensiones. EFE