Roma – El italiano Edoardo Bove, jugador del Fiorentina que este domingo cayó desplomado en un partido de Serie A ante el Inter, es un canterano del Roma que se ganó un puesto en el primer equipo ‘giallorosso’ de la mano del luso José Mourinho, que le bautizó como su «perro rabioso«.
Las primeras informaciones en Italia reconfortaron a los aficionados del fútbol mundial, pues el jugador habría recuperado el conocimiento en el Hospital Careggi de Florencia y estaría respirando de manera autónoma con un ritmo cardíaco regular.
Bove (Roma, 16 mayo 2002) llegó al Roma con 10 años y, como todo canterano, su sueño era el de jugar en el primer equipo, saltar al Estadio Olímpico de Roma ante toda la afición y cantar su mítico himno.
Lo consiguió por primera vez el 9 de mayo de 2021, en un partido de Serie A ante el Crotone cuando el Roma lo entrenaba el luso Paulo Fonseca.
Sin embargo, fue realmente José Mourinho su gran valedor. Ya en la siguiente temporada, en la 2021-22 en la primera jornada, precisamente ante el Fiorentina, su actual equipo, tuvo minutos.
Le costó ganarse otra oportunidad, pero lo consiguió en noviembre ante el Génova. Y, poco después, con media hora ante el Inter en el Olímpico, en su primer gran partido.
Desde ese momento se convirtió en un jugador más habitual en los últimos minutos de los partidos y consiguió levantar un título con el Roma, la histórica Liga Conferencia que le permitió pasar a la historia del club. La ‘Loba’ no llegaba a una final desde 1991, hacía en ese momento 31 años, y solo tenía un trofeo en el Viejo Continente, la ya extinta Copa de Ferias de 1961.
Nunca se ganó un puesto fijo en el once, pero fue uno de los fijos en el banquillo para Mourinho, que el 16 de enero de 2023 le bautizó como su «perro rabioso»
«De Bove digo que es un perro rabioso, cariñosamente hablando. Porque muerde, corre, lo da todo cuando juega… Y estoy encantado», dijo tras una victoria ante la ‘Fiore’, curiosamente.
El mote, como desveló recientemente el protagonista, no le sentó del todo bien, pero aclaró que siempre fue consciente de que Mourinho lo hizo con cariño.
«Ese apodo puede ser un poco limitante, pero gracias a Mourinho he mejorado mucho en ciertos aspectos, desarrollando nuevas características. Soy consciente de mis fortalezas y estoy dispuesto a demostrárselo a todo el mundo. Fue algo amable y se lo agradezco de todas formas», dijo hace en septiembre, el día de su presentación oficial como jugador de la ‘Fiore’.
El «perro rabioso», en esa temporada, la 2022-23, marcó el único gol en las semifinales ante el Bayer Leverkusen alemán, sellando la clasificación para la gran final ante el Sevilla que pudo haberse significado el regreso del equipo a la Liga de Campeones. En la final jugó un minuto de la prórroga.
Bove, aunque acumuló muchos minutos, tampoco se ganó sitio con Daniele De Rossi en el banquillo del Roma en la 2023-24 y tuvo que marcharse al Fiorentina en verano pese a que siempre quiso quedarse en el club de su vida.
Dejó el club tras 92 partidos, 4 goles y 2 asistencias.
Roma y Fiorentina acordaron una cesión con opción de compra que se convertirá en una obligación si se cumplen ciertas condiciones: la obligación se activará si Bove juega más del 60% de partidos. En ese caso, el Fiorentina tendrá que pagar casi 11 millones al Roma.
En Florencia, con Rafaelle Palladino, se ha convertido en titular indiscutible de un equipo que pelea por los primeros puestos de la tabla. De hecho, le marcó recientemente al Roma, el club de su vida, en el doloroso 5-1 que dejó sentenciado al croata Ivan Juric.
Bove ha sido habitual en las categorías inferiores de la selección italiana, pero todavía no ha recibido la llamada de la absoluta. JS