spot_img

Ecuatoriano «traslada» a Quito «la magia» del Parque Central de Nueva York

Por:

Compartir esta noticia:

Quito – Árboles, flores, nieve, hojas y muchos otros elementos del invierto, otoño, verano y primavera del Parque Central, de Nueva York, se han instalados en la capital ecuatoriana, gracias al ojo profesional de Pablo Palacios, un cineasta que eternizó en fotografías «la magia» del emblemático lugar.
 

Sesenta instantáneas, escogidas de entre más de 3.000 que tomó en los últimos cuatro años, integran la exposición «Las cuatro estaciones del Central Park» que se exhibe desde esta semana en la capital ecuatoriana.

Todo comenzó en el mismo parque hasta donde Palacios acudía en busca de inspiración, descanso o simple paseo durante sus viajes por trabajo a Nueva York.

En el Parque Central, Palacios descubrió senderos, árboles, estética y magia, un encantamiento que ilumina sus ojos cuando recuerda sus paseos por el parque que -según contó a Efe- le regaló imágenes de fortaleza y de infinita ternura en medio de la «perfección» de la naturaleza.

Para Palacios, el Parque Central, que recibe cada año unos 25 millones de visitas, es «una obra de arte natural, una de las joyas de Nueva York, el alma» y «pulmón» al que no sólo cuidan las autoridades sino los habitantes.

«La gente aprendió a vivir en armonía con la naturaleza y cuidar el parque» que, tiene una «energía especial que, tal vez, emana de los árboles, las flores», dice el artista que asegura que «la naturaleza se expresa de mil maneras y cuando uno está abierto a escuchar ese llamado, hace conexión».

El agregado cultural de la embajada de Estados Unidos en Quito, Robert McInturff, aseguró a Efe que en la exposición se puede ver la «armonía» entre los ciudadanos en Nueva York y la naturaleza.

Como un «acto de agradecimiento» a esa naturaleza, Palacios inmortalizó distintos momentos del parque: está el de aquel invierno que cubrió de nieve la zona y su ojo sensible encontró una pequeña rama soportando cuatro veces más su peso en nieve.

A los blancos escenarios pintados con nieve en invierno se agrega el otoño con alfombras de hojas de distintos tonos marrones, tan lejanos ambos a la retina en países sin las cuatro estaciones.

En distintas tonalidades e intensidades, árboles y flores que se visten de colores en la primavera y verano en el Parque Central, están ahí «para alegrarnos y decirnos que la vida, la creación es hermosa», dijo parafraseando pensamientos de los indios americanos.

Con la exhibición, que se extenderá hasta el 10 de noviembre, Palacios quiere regalar al público «una experiencia sensitiva».

«La idea es que la gente de Quito se apropie de esta experiencia sensitiva en la que me vi envuelto un día con la nieve hasta las rodillas y caminando bajo una tormenta terrible (…), quiero que la gente viva parte de esa historia», comentó.

Pero su intención sobrepasa lo estético. Busca sembrar en los espectadores la inquietud de que la capital de Ecuador puede tener un parque similar. «El enfoque es orientado a crear conciencia de la importancia de la conservación ambiental», subrayó.

«Acá estamos en un camino interesante pero nos falta evolucionar a un concepto de parque. Nuestros parques son canchas de fútbol muchas veces y de ventas de comida», indicó al recalcar que «hay que darle más espacio a la naturaleza y respetarla».

Se lamentó de que en su país falte «conciencia ciudadana de lo que debe ser conservar la naturaleza».

En su muestra, que más que en la gente se centra en la naturaleza, figuran las inmensas edificaciones que rodean el parque.

«Siempre estoy poniendo la ciudad detrás de la naturaleza. Uno de los conceptos es la selva de cemento detrás» señaló al destacar, sin embargo, que la «construcción es bella igualmente».

Para Palacios es «interesante» que detrás de la «paz y armonía» que encuentra en el parque, «ruge una selva de cemento».

Agradece a los «verdaderos artistas» de la exposición: los árboles, la naturaleza en sí, y asegura que él, como «intermediario», cumplió con componer «un poquito» y tomar la foto.

Así, captó escenas conmovedoras, inspiradoras, alegres, solitarias, contemplativas que dejan al espectador hechizado por la vida que brota por todos lados, incluso, en los árboles vestidos de nieve que invitan a la nostalgia al tiempo que evocan la fuerza de la naturaleza.


spot_img
spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_img
spot_img
spot_imgspot_img