Son instalaciones «clandestinas» de la guerrilla y de los narcotraficantes que «se infiltran» en Ecuador, «muy frágiles, pero de todas maneras no podemos permitir su presencia», explicó Carvajal en una entrevista con la colombiana RCN Radio.
Detalló que entre las aproximadamente 60 instalaciones detectadas durante este 2010 hay puestos de vigilancia, casas y ranchos abandonados, y laboratorios de procesamiento de cocaína.
«Dentro de Ecuador no tenemos grupos irregulares, pero sí infiltraciones clandestinas», indicó el ministro al subrayar que por eso es importante que Colombia «aumente los controles militares» en el territorio fronterizo entre ambos países.
La semana pasada, las autoridades de Ecuador hallaron un pequeño submarino, utilizado para el narcotráfico, en una región selvática costera cercana a la línea limítrofe con Colombia.
Aunque el presidente colombiano, Álvaro Uribe, señaló que ese hallazgo fue posible gracias a la cooperación de su país, el Gobierno de Ecuador insistió en pedir a su vecino una presencia militar «estable» y «permanente» en la frontera común.
Quitó rompió relaciones con Bogotá en marzo de 2008, a raíz del bombardeo militar colombiano contra un campamento de las FARC ubicado en territorio ecuatoriano.
En ese bombardeo murieron el entonces número dos y portavoz internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alias «Raúl Reyes», y otras 25 personas.
Ambos países iniciaron en 2009 un proceso de diálogo para intentar recomponer sus relaciones, que se ha visto algo empañado en las últimas semanas por la información difundida por un diario de Quito sobre el supuesto espionaje de la central de inteligencia colombiana contra el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa.
Correa ha sido invitado oficialmente al acto de investidura del presidente electo colombiano, Juan Manuel Santos, que tendrá lugar el próximo 7 de agosto.
