«Ayudaremos a sus familias, a sus deudos, a su empresa en todo lo que podamos para mitigar su dolor y ayudarlos a repatriar sus restos», agregó Bustamante tras señalar que también colaborará en las investigaciones para conocer las «razones del accidente».
El pasado sábado el avión carguero, un Boeing 737 que despegó del aeropuerto internacional Maiquetía, cerca de Caracas, con tres tripulantes a bordo, desapareció minutos antes de su aterrizaje en la terminal de la ciudad andina de Latacunga, a unos 90 kilómetros al sur de Quito.
El levantamiento de los cadáveres se hizo hoy en presencia de la junta investigadora y de una representante de la Fiscalía de este país andino.
Los tres cadáveres actualmente permanecen en el tanatorio de Latacunga, en donde fueron puestos en cámaras refrigerantes para posteriormente ponerlos en ataúdes especiales para que puedan ser trasladadas a Quito y de ahí a Venezuela y Honduras, dijo a Efe una fuente de la Policía Nacional.
De acuerdo con las autoridades de aviación civil venezolanas, los tripulantes fueron identificados como el capitán Pedro Menderi y el copiloto Gerardo Rangel, ambos venezolanos, y el técnico José Rosales, de nacionalidad hondureña.
Sin embargo, según los primeros informes de los organismos de rescate ecuatorianos que llegaron al lugar del siniestro, las personas que perdieron la vida son los pilotos José González y Gerardo Rugel, además de Pedro Mendive, un miembro de la compañía aérea.
