Sanxenxo (España) – El rey Juan Carlos I, padre del actual monarca Felipe VI, está viviendo su segunda visita a España con gran discreción mediática y sin poder participar en la regata de vela que se disputa este fin de semana en la localidad gallega de Sanxenxo (noroeste), debido a condiciones climatológicas desfavorables.
El rey emérito, que se marchó a vivir fuera de su país en 2020 e instaló su residencia en Emiratos Árabes Unidos en medio de una controversia sobre su patrimonio en el extranjero, regresó el pasado 19 de abril para participar en esa regata.
Sin embargo, el anterior jefe del Estado, de 85 años y con problemas de movilidad, no pudo salir a navegar ni ayer ni hoy debido al mal tiempo, con lo que se frustró su intención de participar en la competición de vela de la II Volvo Autesa Club, que concluye este domingo.
Su estancia en España está siendo mucho más discreta que la del año pasado y solo se le ha visto en coche, trasladándose de su lugar de residencia al club náutico, pero sin ningún contacto con la prensa, pese a que muchos medios de comunicación están pendientes de sus pasos.
Juan Carlos de Borbón abandonó a media mañana de hoy el puerto de Sanxenxo en coche, acompañado de su amigo, el regatista Pedro Campos, tras la decisión del equipo del velero donde navega, el Bribón, de que no se hiciera a la mar.
Numerosos medios de comunicación esperaban la llegada del rey emérito, así como decenas de curiosos, aunque su estancia en Galicia está marcada por la discreción, después del malestar que causó su publicitada visita de 2022 y su negativa en esa ocasión a dar explicaciones por su comportamiento personal, motivado por las irregularidades fiscales que cometió en los últimos años de su reinado. JS
