Durante la gira, Daboub se entrevistará con miembros de los Gobiernos, representantes del sector privado y la sociedad civil, y visitará algunos proyectos financiados por el organismo, explicó el director gerente del BM en una teleconferencia.
El objetivo de la gira es ser un «socio que escucha y aprende de la realidad los países», pero también visitar Centroamérica en calidad de «aliado» para paliar la crisis alimentaria y reforzar los lazos como mediador de los problemas que el siglo XXI demanda, indicó.
En este sentido, Daboub recordó que el BM aprobó recientemente un fondo de 1.200 millones de dólares, de los que 200 millones serán destinados a los países más pobres.
Daboub estará el domingo y el lunes en Honduras, el martes en Guatemala y el miércoles en El Salvador, desde donde viajará finalmente a Nicaragua a finales de la semana.
En Honduras y en Nicaragua se entrevistará con los presidentes Manuel Zelaya y Daniel Ortega, respectivamente.
Entre otras tareas, el director gerente del BM prevé identificar en su visita oportunidades de libre comercio entre los países centroamericanos y Estados Unidos, y acercarse a pequeñas y medianas empresas para evaluar cómo el organismo puede colaborar con ellas para mejorar su productividad y competitividad.
Daboub explicó que de los cuatro países que visitará, El Salvador se ve doblemente afectado por la crisis alimentaria, porque es un importador neto de petróleo y de alimentos.
Guatemala, Nicaragua y Honduras tienen suficiente producción de alimentos, pero también se ven impactados por el creciente costo del petróleo.
Daboub explicó que la crisis no ha generado escasez de alimentos, pero consideró «muy importante» que se atienda de inmediato a las personas más vulnerables como los niños y los mayores, con programas transparentes y eficaces como los proyectos de alimentación escolar o los que intercambian alimentos por mano de obra.
Según Daboub, entre las medidas que pueden tomar los países se encuentran las de asegurar la inversión en infraestructuras en zonas rurales para permitir la entrada y salida de alimentos, y facilitar fertilizantes y semillas mejoradas a los pequeños agricultores.
Daboub afirmó que para que no se repita el escenario vivido en Haití, donde la crisis alimentaria desató una gran crisis política, es imprescindible que los países, incluido los centroamericanos, reaccionen «pronto» para paliar los efectos de la crisis.
«Esperamos que la situación en Haití no se repita en otros países, por eso es importante que los países reaccionen pronto y que la respuesta de los Gobiernos sea la de atender a los más necesitados», explicó el director gerente del BM.
Se calcula que en Centroamérica entre un 15 y 22 por ciento de la población vive en pobreza extrema y que 10 millones de personas se verían afectadas por la crisis alimentaria en esa región del mundo.
El BM facilita recursos adicionales a los países necesitados, reorienta los recursos ya existentes, proporciona asistencia técnica e identifica programas para enfrentar la crisis.
Tanto en Honduras, como en Nicaragua y Guatemala hay operaciones identificadas para enfrentar la crisis alimentaria, destacó Daboub.
En El Salvador, el Congreso «lamentablemente» no ha aprobado proyectos autorizados por el BM, pero las «puertas siguen abiertas», aseguró.
«Para cada uno (de los cuatro países) hay un monto identificado», pero Honduras y Nicaragua «por sus condiciones naturales» son candidatos para las donaciones del organismo, explicó Daboub.