Tegucigalpa – El diputado nacionalista Nelson Abdalá, reiteró este lunes que continúa en la preparación de una iniciativa encaminada a la aplicación de la pena de muerte en el país, misma que será presentada al pleno del Congreso Nacional en las próximas días.
El parlamentario, quien actualmente goza de medidas distintas a la prisión acusado de delitos de abuso de autoridad, propone la pena de muerte ante tanta delincuencia y criminalidad que existe en el país.
Consideró que la pena de muerte será una buena medida para persuadir a los criminales y que se haría a través de una terna examinadora de cada caso a fin de evitar que se pudiera sentenciar a un inocente.
“La pena de muerte se debería de aplicar en casos especiales, cuando hay un video como prueba o cuando se captura a alguien in fraganti y siempre pasando por una terna que evalúe el caso”, señaló.
Indicó que “no es posible que en el país se asesinen a menores de un año sólo porque se encuentran con sus padres”.
Aseguró que en los próximos días estará presentando la iniciativa ante el pleno del Congreso Nacional.
Pena de muerte no es solución
A criterio del reverendo Mario Fumero, la pena de muerte no sería solución en principio porqué lo fundamental seria sanear el sistema policial y judicial, y mejorar los métodos de investigación, porque la posibilidad de que se cometan errores es muy alto.
“El problema en este país es que no estamos preparados para aplicar la pena de muerte”, señaló el religioso.
Indicó que la pena de muerte es aplicable desde el punto de vista teológico, pero no es viable en Honduras por la precariedad que existe en el sistema judicial, porque no hay una investigación efectiva.
Reiteró que las falencias en el sistema judicial hacen que el debate sea estéril.
Honduras violará tratados internacionales
Por su parte, el director de Posgrado de Derecho Penal, Odil Fernández, dijo estar en desacuerdo con la aplicación de la pena de muerte en el país.
“Nos van a ver como un país violador de los derechos humanos, hay que trabajar fomentando política criminal, pero no un sistema represivo”, argumentó.
Señaló que en materia de derechos humanos la aplicación de la pena de muerte no es factible porque no se puede renunciar a los mismos.
Otro aspecto es que la justicia hondureña es muy vulnerable y en algunos momentos no da la confiabilidad para aplicar este tipo de mecanismos, argumentó.
Sostuvo que no existe ninguna garantía que la criminalidad se reducirá aplicando la pena de muerte.
