La práctica del fútbol contribuye a su desarrollo físico, pero aunque los equipos deportivos son el eje vertebrador del proyecto -actualmente formados por 15,000 niñas, niños y jóvenes de 7 a 21 años de edad que participan en campeonatos regulares-, el ofrecerles una actividad de ocio sano en un entorno lúdico y amigable suponemuchos otros beneficios para las y los participantes:
- Reduce la deserción escolar, ya que asistir de forma regular a un centro de educación formales requisito indispensable para formar parte de los equipos. Además, se les sensibiliza sobre la importancia de asistir diariamente a la escuela, y a través del fútbol se consigue llegar a quienes están fuera del sistema educativo.
- Contribuye a prevenir la violencia y otras formas de abuso y maltrato, al ofrecerles una alternativa para mantenerse alejados de ambientes violentos en las zonas más vulnerables que pueden estar afectadas por grupos delictivos, pandillas, drogas o alcohol…
- Crea un espacio sano y amigable, en el que se fomenta una educación en valores como la solidaridad, la responsabilidad, la ética, la integridad, el respeto o el afán de superación; y se rechazan prácticas violentas y sexistas.
- Reduce la vulnerabilidad de las y los jóvenes ante el VIH/SIDA mediante la organización de charlas y capacitaciones, y aumenta su información sobre cómo prevenir embarazos en la adolescencia, salud general, cuidado del medio ambiente…
- Promueve la igualdad de género, mediante el fomento de la participación de las niñas y adolescentes en un deporte tradicionalmente más vinculado al sexo masculino.
- Fomenta la organización y participación, y da un mayor protagonismo a niñas, niños y jóvenes.
- Implica a familias y comunidades en el desarrollo y crecimiento de niñas y niños, y consigue su movilización para conseguir un cambio social. Fomenta la integración y buena convivencia entre los miembros de la comunidad, a la vez que plantea iniciativas para recuperar los espacios comunitarios como lugares de disfrute de toda la población.
Desde su creación, Héctor ‘Pecho de Águila’ Zelaya -el primer hondureño en anotar un gol en un campeonato mundial (España 1982)- es el director de ‘Fútbol para la Vida’, con la colaboración de otros futbolistas de crédito nacional. La participación de jugadores consagrados en un proyecto basado en el fútbol -un deporte que moviliza a millones de personas en todo el mundo- contribuye a que este programa sea una herramienta óptima para llegar al mayor número posible de niñas, niños y jóvenes.
La Visión de ‘Fútbol para la Vida’ ha sido construida en consonancia con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) declarados por las Naciones Unidas en el año 2001. En concreto, contribuye a alcanzar los referentes a erradicar la pobreza extrema (ODM 1), lograr la enseñanza primaria universal (ODM 2), promover la igualdad entre los géneros (ODM 3), combatir el VIH/SIDA (ODM 6) y garantizar la sostenibilidad del medio ambiente (ODM 7).