Se celebra el 11 de febrero, implementado por la UNESCO y ONU-Mujeres, en colaboración con instituciones y socios de la sociedad civil que tienen como objetivo promover a las mujeres y las niñas en la ciencia. La igualdad entre hombres y mujeres es una prioridad, y el apoyo a las jóvenes, su educación y su plena capacidad para hacer oír sus ideas son los motores del desarrollo y la paz.
La ciencia influye en niñas y mujeres de muchas maneras, ya que les permite desarrollar habilidades y conocimientos que pueden ser útiles en su vida cotidiana como la exploración, la observación, la experimentación y el análisis, desarrollar habilidades matemáticas y de ingeniería.
A pesar de que los campos STEM se consideran fundamentales para las economías nacionales, hasta ahora la mayoría de los países, independientemente de su nivel de desarrollo, no han logrado la igualdad de género en STEM. Según datos de la UNESCO, sólo alrededor del 30 por ciento de todas las estudiantes escogen estudios superiores dentro del campo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y matemáticas (STEM).
Se revela que el 17% de las personas entrevistadas reportó haber sido desanimado o desanimada de estudiar alguna carrera relacionada con la ciencia. En Latinoamérica, solamente 1 de cada 5 países ha alcanzado la paridad de género. Esto significa que entre el 45% y el 55% de sus investigadoras son mujeres.
En el caso de Honduras, el presupuesto para educación y salud está por debajo de las necesidades del país. Por no ser actividades prioritarias la Ciencia y la Tecnología también tienen bajo presupuesto, las actividades se mantienen heroicamente gracias a los esfuerzos de mujeres de ciencia. Entre ellas, tenemos a:
María Cristina Pineda de Carías, fundadora de la Facultad de Ciencias Espaciales (FACES); Mirna Marín, pionera en Oceanografía y Biología Marina; Alba Isabela Hernández Oviedo: magister en Vida Silvestre y Pesquerías con especialidad en Limnología; Dora Elisa Pérez Munguía compiladora de las orquídeas de Honduras; Dinie Belinda Espinal Fiallos, primera promoción de mujeres en Zamorano y Formadora de profesionales en Ciencia y Producción Agropecuaria; María Sonia Lagos-Witte: Dra. en Botánica Agrícola, Laboratorio de Histología Vegetal; Annabelle Ferrera Boza Biologa y empresaria del diagnóstico temprano; María Elena Bottazzi: microbiología y química clínica en busca de la vacuna contra el COVID19.
Honduras ha desarrollado ciencia en la medida de las posibilidades que poseen. En este proceso las mujeres científicas han tenido un destacado papel sentando las bases para las investigaciones pioneras y preparando a las futuras generaciones para continuar la obra.
Por ende, es importante investigar las causas de las diferencias entre la presencia de mujeres y hombres en la ciencia para poder fortalecer las medidas que contribuirán a reducir la diferencia entre géneros e identificar y compartir buenas prácticas entre los diferentes países.
¡Por más niñas y mujeres de ciencia!
