Doha – El francés Ousmane Dembelé no quiere dejar pasar de lado el Mundial de Qatar, como le sucedió hace cuatro años en Rusia, donde tras ser titular en el primer partido y firmar una mala actuación acabó relegado al puesto de sustituto.
«En 2018 salía de un año muy complicado con el Barça, con muchas lesiones y muchas cosas que se decían. Ahora tengo 25 años, he ganado en madurez y este Mundial es una de mis prioridades para crecer», señaló el futbolista del Barcelona.
Dembelé se mostró satisfecho porque contra Australia completó un buen partido, a diferencia de lo que sucedió hace cuatro años frente al mismo rival.
«Entonces lo hice muy mal y me costó el puesto. Ahora vengo con más ambición, la de demostrar que puedo ser titular en el equipo de forma duradera. Soy ambicioso, quiero empezar los partidos, ser un protagonista del Mundial, marcar y hacer marcar», dijo el francés.
Aseguró que muchas cosas han cambiado desde entonces, tanto en su actitud en el terreno de juego como fuera del campo, y se mostró molesto con que le sigan preguntando sobre su forma de vida de hace unos años.
«Creo que esa pregunta ya había que borrarla. Entonces no tenía unas buenas costumbres, pero tampoco era como se decía, no estaba todo el tiempo de fiesta. Ahora soy más responsable», afirmó.
Dembelé aseguró que el seleccionador, Didier Deschamps, le pide que cree peligro por la banda, pero también que intercambie posiciones con Antoine Griezmann.
Al tiempo, indicó que trata de tener un papel importante en la concentración, designado por muchos compañeros como el bromista del grupo.
«Me gusta el buen ambiente, que las cosas vayan bien en el grupo. Soy amigo de todos y tengo un buen recuerdo de 2018, creo que entonces ganó el grupo, no las individualidades. Fuimos un grupo unido, que bromeaba y se divertía junto, que afrontaba unido los momentos difíciles», señaló.