El lunes anterior cuando se transportaban en el tren, más conocido como «La Bestia», fueron atacados por delincuentes quienes les pidieron el pago de la «cuota» (extorsión) para dejarlos continuar hacia la frontera, pero como Nelson les dijo que no tenía dinero, se llevaron a su esposa de 35 años.
En medio de la desesperación por no saber nada de su cónyuge, Nelson con lágrimas en sus ojos le pidió ayuda a la Caravana de las Madres Centroamericanas en el momento que llegaban a la comunidad de La Patrona, para encontrar a Karla Jacqueline.
A pesar de que le ofrecieron alimento, el migrante catracho no encuentra consuelo ni las palabras para decirles a sus cuatro hijos que no sabe dónde se encuentra su mamá. Leer más.