Redacción América – El café hierve, y no solo en las tazas. La producción cae en Brasil, el consumo se dispara en Estados Unidos y los precios alcanzan máximos históricos. Entre sequías, plagas y tensiones comerciales, los grandes productores latinoamericanos se juegan su futuro en un mercado volátil. Desde Brasil hasta Guatemala, el café no es solo una bebida, es un pulso económico que late con fuerza en cada grano.
Brasil: Producción a la baja y precios en alza
Brasil, el mayor productor de café del mundo, enfrenta una reducción en su cosecha debido a condiciones climáticas adversas.
Sequías y heladas han impactado la producción desde 2021, y la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) prevé para 2025 una cosecha de 51,8 millones de sacos de 60 kg, un 4,4 % menos que el año anterior.
«Tras cinco meses sin lluvia en las principales zonas productoras, lo más probable es que la producción en 2025 se reduzca significativamente, especialmente la de arábica, y que el país no consiga reponer sus existencias», dijo a EFE Marcio Ferreira, presidente del Consejo de los Exportadores de Café (Cecafé) de Brasil.
La Asociación Brasileña de la Industria del Café (Abic) espera que los precios sigan altos, superando los 4 dólares por libra en los próximos meses, aunque podrían estabilizarse en 2026 si las condiciones mejoran.
Los precios se han visto presionados por el aumento de la demanda por parte de algunos países europeos, que decidieron aumentar sus compras de café este año para adelantarse a la entrada en vigor de la ley antideforestación europea, explicó a EFE el presidente de Cecafé.
El mercado interno también ha sufrido las consecuencias: el precio del café ha subido un 89 % en el último año, lo que afecta a la popularidad del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Mientras tanto, el país ha aumentado sus exportaciones a Vietnam e Indonesia para compensar la caída en esos mercados y ha elevado las ventas de café robusta a Estados Unidos.
Colombia: Expansión en EE.UU. y nuevos mercados
Colombia, tercer productor mundial de café arábica suave, mantiene a Estados Unidos como su principal mercado, ya que representa el 40 % de sus exportaciones.
«La historia demuestra que Estados Unidos ha sido, es y será el cliente número uno del café colombiano, porque los consumidores así lo han decidido», dijo a EFE el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), Germán Bahamón.
La FNC, gremio fundado hace 98 años y que agrupa a 560.000 familias caficultoras, ha diversificado el mercado del café colombiano para llevarlo a todos los continentes pero sin perder de vista el mercado estadounidense, donde busca cerrar la brecha entre la importación mayorista y el consumidor final en EE.UU., apostando por marcas como Juan Valdez y ¡Dios Mío!.
El 1,3 % del producto interno bruto (PIB) estadounidense proviene de la actividad económica que genera el café. «Un dólar de café importado por los Estados Unidos se convierte en 43 dólares de actividad económica», indicó Bahamón.
El café colombiano ha experimentado una diversificación significativa, con presencia creciente en Turquía y Oriente Medio, además de un interés creciente en el mercado chino.
Nueva York: Consumo al alza pese a los precios
EE.UU. es el segundo mayor mercado del café después de la Unión Europea. Según la Asociación Nacional del Café, el consumo diario de café alcanzó su punto más alto en veinte años en 2024.
La tendencia de consumo ha ido al alza en los últimos años. Según una encuesta de Drive Research de principios de 2024, el 73 % de los adultos estadounidenses bebe café a diario, y aunque la mayoría prefieren hacerlo en casa, cerca de la mitad (51 %) compra esta bebida en una cafetería al menos una vez a la semana.
Starbucks sigue liderando el mercado con una facturación de 36.000 millones de dólares, y las importaciones estadounidenses de café aumentaron a 22,3 millones de sacos, con Brasil (32 %), Colombia (20 %) y Honduras (7 %) como principales proveedores.
El impacto económico del café en Estados Unidos se estima en 343.200 millones de dólares, con más de 2,2 millones de empleos relacionados.
«La demanda mundial de café sigue siendo robusta», dijo enuna reciente conferencia de prensa Mark Smucker, CEO de JM Smucker, que tiene las marcas Folgers y Café Bustelo.
Y mientras tanto, los precios han subido significativamente: el vaso más pequeño de café negro supera los 3 dólares y el de cappuccino, los 5 dólares; además, se ha puesto de moda tomarlo en cócteles como el ‘espresso martini’, que cuesta 15 dólares.
México: Sequía y amenazas comerciales
La producción de café en México se ha visto golpeada por la sequía, y ha afectado a estados clave como Chiapas, Veracruz y Oaxaca.
En Veracruz, la cosecha se ha retrasado un mes, y se espera que los precios sigan altos. A nivel internacional, la industria enfrenta la posible imposición de aranceles del 25 % por parte del expresidente Donald Trump, lo que podría afectar el 53 % de las exportaciones de café mexicano destinadas a EE.UU..
«Los precios altos se deben a la sequía en Vietnam y ahora también a las expectativas de sequía en la próxima cosecha de Brasil, que comienza en abril de 2025», explicó Fernado Celis, de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras.
Honduras: Cambio climático y retos para los caficultores
Honduras, el mayor productor de café de Centroamérica y el quinto del mundo, enfrenta desafíos debido a la crisis climática.
La roya y el hongo ‘ojo de gallo’ han afectado la calidad y cantidad de la cosecha, mientras que el alto costo de los fertilizantes complica la rentabilidad de los productores, en su mayoría pequeños agricultores.
A pesar de las dificultades, la industria cafetera hondureña sigue siendo vital para la economía del país, toda vez que representa más del 5 % del PIB y generando más de 2.000 millones de dólares en divisas.
Guatemala: Costos récord y dependencia de EE.UU.
En Guatemala, el café sigue siendo una pieza clave de la economía, con EE.UU. comprando el 41 % de sus exportaciones. El costo por quintal ha alcanzado niveles históricos, pasando de 174 dólares en 2022-2023 a 233 dólares en la temporada 2023-2024.
La producción total de exportación en 2024 fue de 4,07 millones de quintales, lejos del récord de 4,78 millones en 2021.
Este panorama pone de manifiesto la compleja red de desafíos y oportunidades que enfrenta el café en América Latina.
Mientras Brasil y Colombia intentan mantener su dominio en un mercado afectado por sequías y costos en alza, países como México, Honduras y Guatemala luchan contra la crisis climática, la volatilidad de los precios y la dependencia del consumidor estadounidense.
Con EE.UU. importando más de 22 millones de sacos al año y una demanda global en aumento, el café sigue siendo un negocio de miles de millones de dólares, pero con un futuro incierto. EFE
(RO)