Tegucigalpa– Sin duda alguna el fútbol es el deporte más bonito del mundo, los aficionados lo vivimos minuto a minuto y al final de cada juego pasamos de ser aficionados a comentaristas, técnicos y algunas veces hasta árbitros.
En cada uno de los juegos que han culminado de la primera fase del Mundial de Rusia 2018, durante el encuentro somos aficionados que vivimos y sufrimos por cada jugada que realiza la selección a la que apoyamos, al término de los mismos vienen los comentarios y debates.
Tras los comentarios nos volvemos técnicos si en alguno de los encuentros el técnico de la selección no ingreso al jugador favorito desde un inicio, o por no convocar a otro o por haber hecho el cambio demasiado tarde.
En casos remotos hasta de árbitros cuando vemos que el árbitro en una u otra jugada no pitó tal y como uno hubiese querido, o en este mundial cuestionamos el VAR unos porque el árbitro no lo solicita y en otros porque a nuestro parecer hasta el tal VAR se equivoca.
Así es el fútbol, la fiebre del mundial nos envuelve y nos hace sentirnos partes de cada una de las selecciones, pese a que nuestra “H” no está presente en Rusia, sin embargo, los hondureños estamos pendientes de cada juego de la gesta mundialista.
