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Cuarto día de combates en la frontera entre Camboya y Tailandia

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Kantharalak (Tailandia) – Las tropas de Camboya y Tailandia se enfrentaron hoy por cuarto día consecutivo alrededor del templo de Preah Vihear, una zona fronteriza que reclaman los dos países, tras romper ayer el alto el fuego acordado el sábado.
 

El último choque comenzó cuando tropas tailandesas intentaron recuperar los cadáveres de soldados muertos en el enfrentamiento de ayer, según Camboya, mientras que desde Bangkok, en cambio, se acusó a Camboya de romper el alto al fuego.

El portavoz gubernamental camboyano, Phay Siphan, explicó que los enfrentamientos se detuvieron sobre la medianoche pero que al amanecer empezaron de nuevo con un intercambio de fuego de artillería y armas automáticas que duró varias horas.

Las hostilidades cesaron tras un nuevo alto al fuego acordado por los jefes militares que por la noche todavía se respetaba.

A esa hora, soldados tailandeses se habían retirado de varios puestos fronterizos mientras el silencio y la oscuridad reinaba en la zona donde las casas habían sido abandonadas por los vecinos, según pudo observar Efe.

Los combates de anoche dejaron al menos una veintena de heridos y ocurrieron a pasar del alto el fuego pactado entre ambas partes tras las primeras escaramuzas que entre el viernes y el sábado causaron al menos cinco muertos, entre ellos un civil tailandés y otro camboyano.

Miles de personas a ambos lados de la frontera tuvieron que dejar sus hogares.

Según el gobernador de la provincia tailandesa de Si Sa Ket, Somsak Suwansujalit, 15.000 tailandeses han huido desde que comenzaran los enfrentamientos.

Tras los combates de ayer, el Gobierno camboyano denunció que la artillería tailandesa había provocado el hundimiento de una de las alas del templo jemer del siglo XI, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008.

El primer ministro de Camboya, Hun Sen, pidió hoy una reunión urgente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a través de una carta en la que achacó a Tailandia los «actos de agresión» contra Camboya que «amenazan gravemente la paz y la estabilidad en la región».

Posteriormente, en un acto de graduación en una Universidad de Phnom Penh, Hun Sen pidió a Naciones Unidas el despliegue de fuerzas de paz.

«Pedimos a Naciones Unidas que envíe tropas para crear una zona de separación que garantice que no haya más enfrentamientos», dijo el primer camboyano.

El portavoz del Ejército tailandés, el coronel Sansern Keowkhamnerd, aseguró que «hemos respondido con dignidad y no hemos invadido a nadie en primera instancia».

Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se mostró «profundamente preocupado» por la violencia y pidió «máxima contención» a las dos partes.

Desde China, el portavoz del ministerio de Exteriores, Hong Lei, pidió «contención» a sus «amigables vecinos» para que pongan fin a la escalada militar y resuelvan sus disputas mediante consulta.

El primer ministro tailandés, Abhasit Vejjajiva, defendió el domingo la actuación de su Gobierno con Camboya en respuesta a la presión que ejerce la alianza nacionalista de los «camisas amarillas», que exige su renuncia por el contencioso territorial.

Los «camisas amarillas», que hasta ahora habían respaldado al Partido Demócrata de Abhisit, llevan casi dos semanas acampados frente a la sede del Ejecutivo para reclamar más dureza con Camboya en la disputa fronteriza.

Exigen que Tailandia revoque un memorando de entendimiento para delimitar el paso alcanzado en 2000, rompa sus lazos con la UNESCO por considera que el territorio pertenece al país vecino y expulse de la «zona caliente» a todos los soldados camboyanos.

El enfrentamiento, el peor en años entre los dos países, se inició el viernes unas horas después de que los ministros de Exteriores de Camboya y Tailandia se reunieran en la localidad camboyana de Siem Reap para intentar prevenir un aumento de la tensión a causa de la disputa fronteriza.

Los dos países reforzaron la semana anterior la seguridad en la zona tras un intercambio de críticas a raíz de que Tailandia pidiera la retirada una bandera camboyana del templo adyacente de Keo Sikha Kirisvara, que según Bangkok se encuentra en la zona disputada.

También contribuyó a aumentar la tensión la condena a 8 y 6 años de cárcel por espionaje impuesta a Veera Somkwamkid, coordinador del Frente Patriótico Tailandés, y su secretaria Ratree Pipatanapaibul, tras haber entrado ilegalmente a Camboya el 29 de diciembre en otra zona cuya soberanía reclaman los dos países.

Camboya y Tailandia arrastran el conflicto desde julio de 2008, cuando la agencia de la ONU reconoció Preah Vihear como Patrimonio de la Humanidad en Camboya.

El secretario del ministerio de Asuntos Exteriores tailandés, Chavanond Intarakomyasut, dijo que en la raíz del conflicto está la decisión de UNESCO que Tailandia pidió posponer hasta que se resolviera la disputa territorial.

Tailandia admite que el conjunto monumental se encuentra en territorio camboyano, tal como sentenció en 1962 la Corte Internacional de la Haya, pero reclama una zona de 6,4 kilómetros cuadrados situada en los alrededores.

Los dos países firmaron en 2000 un memorándum de entendimiento para crear una comisión bilateral que se encarga de delimitar la frontera.

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