- A pesar que Lobo Sosa les ha cumplido, no dejan de reclamar más demandas
- Washington reclama “pasos adicionales”, pero no definen cuales, ni los enumeran
- México se suma a la campaña, cumpliendo el papel de “vagón” y no locomotora en la política exterior latinoamericana, dejando a Chávez y Lula al frente
Desde que Porfirio Lobo Sosa ganó las elecciones en noviembre pasado, no ha pasado un día que no realice gestos a favor de lograr la reconciliación interna e internacional, pero cada paso que da siempre le reclaman más especialmente los que no están dando nada y que solo piensan en como reintegrar al ex presidente Manuel Zelaya a la vida política del país.
El ahora presidente Lobo Sosa firmó el acuerdo que permitió la salida de Zelaya y ahora el presidente dominicano, Leonel Fernández, y sus socios de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) pagan el gesto permitiendo que el ex mandatario arremeta contra Honduras en las declaraciones de prensa que brinda en espacios abiertos.
También impulsó la amnistía política, que favorece a Zelaya y sus colaboradores que pretendieron romper el orden constitucional, y solo la cúpula militar se presentó ante la justicia, mientras los seguidores de Zelaya son empleados en diversas oficinas gubernamentales.
Más presiones
Pero todo paso de Lobo Sosa por lograr que todo vuelva a la normalidad en Honduras y en sus relaciones con el mundo parece ser torpedeados por las principales capitales que reclaman más. El gobierno estadounidense, a través del portavoz del departamento de Estado Philip Crowley, pidió “pasos adicionales” a Lobo Sosa a fin que el país sea “reintegrado” a la Organización de Estados Americanos (OEA). Pero tras el cumplimiento de varias demandas, ya no se sabe cuales son los “pasos (o demandas) adicionales” que debe cumplir el gobierno hondureño. Ya se cumplió al 100 por ciento el Acuerdo San José/Tegucigalpa que reclamaban todos los gobiernos y organismos internacionales, pero parece que no hay un techo de las demandas de los gobiernos extranjeros en su afán injerencista en Honduras. Y el gobierno estadounidense, así como otros no definen claramente que se debe entender por “pasos adicionales”, a menos que sus exigencias las hagan en privado y las mismas no sean del conocimiento del resto de la población hondureña.
Cuando Espinosa estuvo en Honduras el año pasado, como parte de la misión de cancilleres de la OEA que buscaba imponerle al país el regreso de Zelaya, fue denunciada porque, según testigos, señaló que estaban para trasladar las directrices que había elaborado la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton. Por ello el gobierno mexicano del partido de Acción Nacional, que impulsó las presidencias de Vicente Fox y del actual Felipe Calderón, han sido acusados de no tener influencia en política exterior sobre Latinoamérica y han dejado la misma en manos de Hugo Chávez de Venezuela y Lula da Silva de Brasil. Incluso en el caso de Honduras, México y en especial la canciller Espinosa han actuado como un vagón arrastrado por las locomotoras de Chávez y Lula en Latinoamérica, dejando a los mexicanos sin influencia incluso en su zona tradicional que debería ser Centroamérica. La actitud mexicana se contrapone a la Unión Europea y a la misma española que si invitó a Lobo Sosa a participar en la cumbre que tendrán con Latinoamérica en mayo próximo y que se celebrará en Madrid. |
Reacciones
Las demandas de Estados Unidos y las naciones de la Alba están incomodando de nuevo a sectores hondureños e incluso algunos comienzan a criticar a Lobo Sosa por entregar mucho y no recibir casi nada a cambio.
La prometida asistencia financiera no ha sido dada y no está a la vista que llegue.
Los organismos financieros internacionales todavía no desembolsan los recursos congelados, ya que como es usual en ellos, esperan a que todo gobierno mantenga un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El diputado al Parlacen y dirigente de izquierda, Matías Fúnez, dijo recientemente que el gobierno está permitiendo demasiada injerencia externa en la formulación de su política exterior.
Mientras el jefe de la bancada de la Democracia Cristiana, Cruz Ascensio, calificó como “bachera” las acciones de relaciones internacionales de la nueva administración, ya que su única meta es quedar bien con los gobiernos que no quieren reconocerle.
Asimismo, se ha insinuado que el gobierno estadounidense está presionando para que Lobo Sosa separe a la cúpula militar.
Canadá
Kent se reunió el jueves con Lobo Sosa en Tegucigalpa y le reiteró el apoyo de Canadá a su administración y del interés en continuar apoyando a Honduras sin imponer condiciones como lo hace Washington y otras naciones. |