«Ya hay un acuerdo generalizado de que el tema de la crisis financiera va a ser el tema central» del espacio que los presidentes dedican en las cumbres a debatir asuntos que en principio no están incluidos en la agenda establecida, señaló.
La cita de San Salvador, del 29 al 31 de octubre, ofrece la ocasión para que los mandatarios de América Latina, España y Portugal aborden conjuntamente por primera vez la grave crisis que afecta a los mercados financieros y las perspectivas que hacen presagiar una recesión económica en países europeos y Estados Unidos.
Iglesias, en unas declaraciones a Efe en Madrid, dijo que espera que haya «una declaración conjunta de los jefes de Estado dando su mensaje de cómo ven la situación actual en el mundo, cómo esperan que evolucione la coyuntura internacional y sobre todo institucional, y qué tipo de arquitectura financiera se debiera buscar para hacerle frente a esta nueva situación».
También «algún tipo de reflexión sobre América Latina, que está mucho mejor preparada, pero que tiene que también afrontar los impactos que le vienen de fuera y ver qué se puede hacer para disminuir esos impactos».
A partir de ello, espera «que salgan cosas muy concretas en cuanto a diseñar líneas de acción y de colaboración a nivel de la comunidad iberoamericana. Ese es el espíritu con que yo veo que están llegando varios de los Gobiernos», dijo.
El secretario General Iberoamericano convocó para el próximo lunes en Madrid, en la sede de la organización que dirige, una «Mesa de dialogo» para analizar la crisis, con la participación de Michel Camdessus, ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), y de Carlos Solchaga, presidente de la Fundación EuroAmérica y ex ministro español de Economía con Felipe González.
«Vamos a tener la ocasión de llevar algunas reflexiones para contribuir al debate» sobre hacia dónde va el sistema financiero internacional y qué hace América Latina para situarse en la presente coyuntura, explicó.
Pese a los diferentes enfoques económicos de los dirigentes de la región, cree que no será difícil que se pongan de acuerdo.
«En el fondo, en todos los países hay un mercado que sigue siendo el eje de la asignación de recursos y en todos hay distintos grados de intervención pública».
«Acordado eso, que es la realidad en la que están todos los países, será oportuno un común denominador para ver qué hay que hacer para que la coyuntura no llegue a morder muy duro en América Latina», añadió.
Los países de la Unión Europea han acordado una serie de medidas conjuntas para hacer frente a la crisis y han pedido a Estados Unidos acometer una revisión del sistema financiero mundial, con una reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la creación de órganos supervisores.
Para articular dicha reforma, se convocaría una cumbre mundial en Nueva York, a mediados de noviembre, en la que podrían participar los países del G-8, es decir los más desarrollados, y también las llamadas economías emergentes, países como Brasil, China y la India.
Sobre esos planes, Iglesias considera que «vamos a seguir teniendo un mercado, eso está claro», pero será «un mercado más regulado».
En el caso de América Latina, de la que destacó que sigue con un buen crecimiento económico, ve la oportunidad de reforzar la cooperación y aunar fuerzas.
«Más que nunca estamos convencidos, están convencidos los gobiernos, de que tienen que actuar colectivamente y hacerse presentes sobre todo en los organismos como el FMI, junto con otros países emergentes», señaló
La cumbre tiene como tema central de su agenda la juventud y la búsqueda de vías para ayudar a los millones de jóvenes desfavorecidos de la región a acceder a una formación que les facilite lograr un empleo y les aleje de la pobreza y la violencia.
Para ello se aprobará un documento con once metas educativas, a alcanzar en 2021, y 10 programas de apoyo, para los que se busca financiación por parte de los Estados, diversos organismos y empresas privadas.
Además, según Iglesias, se podría abordar el tema de la «violencia urbana», planteado por algunos países.