Tegucigalpa – Los últimos sondeos de opinión indican que en Honduras va creciendo el partido de los independientes, frente a un tripartidismo que tendrá que hacer esfuerzos trascendentales de cara a los próximos comicios para atraer a un electorado desencantado con el sistema político de partidos en este país centroamericano.
La ciudadanía cada vez cree menos en los partidos políticos, apenas un 13 por ciento de índice de confianza según el Latinobarómetro de las Américas, mismo que viene advirtiendo como el apoyo a las democracias viene en picada en América Latina, donde Honduras no es la excepción.
El apoyo a la democracia en este país es apenas del 36 por ciento, cuando venía teniendo niveles mayores a 50 por ciento hace un poco más de una década. El descontento radica en la sordera política para entender las demandas ciudadanas de mayor inclusión, equidad y participación, entre otros aspectos.
También a la lejanía de los partidos políticos de los ciudadanos, a quienes ven como simples activistas que se vuelven potentes motores para entusiasmar y llevar electores a las urnas el día de los comicios generales, en especial la juventud, un segmento importante pero rezagado en la inclusión de las políticas públicas.
Esta desafección con la democracia y los partidos políticos permite que surjan en el espacio de la política los llamados outsider o personajes fuera del sistema político de partidos, que con discursos anti sistema, populistas e incluso autoritarios calan en el electorado que busca opciones de propuestas nuevas, por absurdas que éstas puedan ser. Ellos quieren un cambio.
Hasta hace ocho años, en Honduras las fuerzas políticas se repartían en dos partidos políticos: El Nacional, en el poder, y el Liberal, actualmente en la oposición. Ambos partidos históricamente han estado ligados a los cambios democráticos del país para avanzar o para retroceder.
Desafección a los partidos políticos
Pero ese escenario comenzó a desaparecer y una tercera fuerza surgió en el partido de izquierda Libertad y Refundación (LIBRE), que encabeza el ex presidente Manuel Zelaya, luego de la crisis de 2009. Zelaya ha logrado romper el bipartidismo y configurado en el país un tripartidismo que incluye a nacionalistas, liberales y Libre.
De acuerdo a la última encuesta de la firma Cid-Gallup, efectuada del 9 al 14 de enero de 2019, la preferencia del electorado por los partidos políticos sigue siendo baja, menor al 50 por ciento. Es el partido en el poder, el Nacional, el que tiene una base sólida más fuerte con 37 por ciento de respaldo, un porcentaje que arrastra desde hace ocho años, en señal de que pese a estar en el poder por tres períodos consecutivos, como el actual, el partido de gobierno no crece.
No obstante, la ventaja de estar en el poder le coloca en una posición más privilegiada que sus otros dos contendores, el Partido Liberal con un 13 por ciento y el partido Libre con un siete por ciento, último que presenta una fuerte caída y ese porcentaje coincide con otros datos de otras encuestas.
Y más lejos aún está el Partido Anticorrupción (PAC) que en su momento lideró el ex presidenciable Salvador Nasralla y fue el boom que amenazaba con romper el molde del sistema de partidos políticos. Sin Nasralla al frente, el PAC ahora tiene apenas un 4 por ciento de preferencias en el electorado, según la Gallup; en tanto otras fuerzas políticas apenas consignan el uno por ciento.
El desgaste de Libre y del partido Liberal representa una clara ventaja para el nacionalismo, que, no obstante, empieza a tener un fuerte desgaste que podría pasarle factura en los próximos comicios, aunque su dirigencia estime lo contrario, pero los problemas entre sus líderes, muchos de ellos golpeados en sus intereses, son cada vez más visibles y dividen a los cuadros medios y bases.
El partido de las decisiones
El único que supera al Partido Nacional por un punto porcentual en este momento, es el partido de los independientes, es decir, el de la gente que dice no tener partido y mantener su reserva frente a los partidos actuales legalmente constituidos.
La CID-Gallup llama la atención sobre un 38% por ciento de independientes que dice no tener partido político alguno. Este porcentaje supera al Partido Nacional y de mantenerse o crecer más, será el partido que defina las próximas elecciones en Honduras.
Este segmento poblacional deberá ser el elector hacia el cual deben enfilar sus estrategias los partidos políticos de cara a las próximas elecciones, en donde no se descarta que se geste una alianza política electoral para sacar del poder a los nacionalistas que, paradójicamente, siguen siendo mayoría frente a sus adversarios.
Temas polémicos como la reelección presidencial y el tipo de reformas políticas que amerita el país, a los que se suman las denuncias de corrupción, la inseguridad, violencia y la criminalidad organizada, jugarán en las ofertas electorales en los próximos comicios generales frente a un electorado cada vez más desencantado con la forma de hacer política de los actuales partidos políticos.
Según la CID Gallup un tema tan polémico como la reelección presidencial sigue gravitando entre los hondureños, donde un 46 por ciento sigue desaprobando esta figura, en contraste con un 21 por ciento que la apoya.
En el caso de la figura de la reelección, ya instalada en el país con la continuidad en el poder del actual Presidente de la República, los hondureños consultados creen que ésta no debe ser continua, sino que un aspirante a reelegirse debe esperar cuatro u ocho años para postularse.
Los próximos comicios electorales reflejarán hasta dónde el partido de los independientes decide en una elección o esa desafección con la política seguirá creciendo y manteniendo en el país la tendencia que las minorías controlen a las mayorías. Los sondeos de un tiempo acá advierten que las condiciones para un jugador fuera de la política están dadas, pero éste debe poseer un liderazgo que genere confianza y credibilidad.
