San José – El Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica (MSP) detuvo hoy a cuatro migrantes africanos irregulares, quienes al no permitírseles su paso hacia Nicaragua, bloquearon la frontera y protagonizaron disturbios que dejaron dos policías heridos.
El MSP informó que los cuatro arrestados fueron remitidos a las autoridades judiciales para el «debido proceso», luego de que, junto a una treintena más de ellos, bloquearan el paso y lanzaran piedras a los policías costarricenses.
«Luego de tres avisos para que levantaran el bloqueo y permitieran el libre tránsito, la Fuerza Pública tuvo que actuar para garantizar el paso», explicó el MSP en un comunicado.
Las piedras y palos que lanzaron algunos africanos hirieron a dos policías, según el informe oficial, que no precisa la gravedad de las lesiones.
«Costa Rica es respetuosa de los derechos internacionales y humanos, así como de los derechos relacionados con las personas migrantes que llegan a nuestro país, pero todos estamos llamados a acatar la legislación en aras de no entorpecer la paz social», concluyó el MSP.
En la localidad de La Cruz, provincia de Guanacaste (noroeste), fronteriza con Nicaragua, hay al menos 200 africanos, quienes esperan pasar a Nicaragua para continuar su ruta migratoria hacia Estados Unidos a través de Centroamérica y México.
Sin embargo, Nicaragua mantiene cerrada su frontera a migrantes irregulares desde noviembre pasado cuando miles de cubanos pretendían hacer la misma ruta migratoria.
La Comisión Nacional de Emergencias de Costa Rica anunció hoy la apertura de dos albergues para los migrantes africanos irregulares que se encuentran varados en la frontera con Nicaragua, con el fin de garantizarles el acceso a agua potable, higiene, techo y comida.
Según cálculos del Gobierno, en La Cruz se han acumulado unos 200 africanos, a quienes funcionarios gubernamentales han insistido en los últimos días a no intentar llegar a Nicaragua de manera ilegal y tampoco aceptar la ayuda de traficantes de personas, conocidos como coyotes.
Los africanos, que no portan pasaporte, comenzaron a llegar ilegalmente a Costa Rica en abril pasado desde Panamá, ante lo que el Gobierno costarricense habilitó centros de atención cerca de la frontera entre ambos países.
En esos centros, en el sur de Costa Rica, hay actualmente entre 500 y 600 africanos, pero muchos han recibido permiso del Gobierno para transitar libremente por el país con la condición de presentarse a firmar cada 15 días a una oficina de la Dirección de Migración.
Los africanos, que dicen venir de países como Congo y Ghana, son una arista de la crisis migratoria que ha enfrentado Centroamérica desde noviembre pasado con una oleada de miles de cubanos que buscaban llegar por tierra a Estados Unidos y que no pudieron pasar de Costa Rica y Panamá.
Miles de cubanos reanudaron su migración desde Costa Rica y Panamá entre marzo y mayo gracias a un puente aéreo con México.
Costa Rica ha dicho que un operativo similar para los africanos es casi imposible pues, a diferencia de los cubanos, no portan pasaporte y no existe una ley en Estados Unidos que les beneficie en materia migratoria como la Ley de Ajuste Cubano. EFE
