“No vamos a llevar a los niños a desfilar con los militares sino que lo harán con el Frente (de resistencia zelayista)” dijo el presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras, (COPENH, Jaime Rodríguez.
Una parte de los maestros hondureños siguen politizando la educación hondureña y negando a los estudiantes su participación en el evento cívico para el cual se preparan durante meses realizando ensayos tanto de las marchas y bandas como en sus actos folclóricos, artísticos y culturales con los que usualmente de se conmemora el cumpleaños de la patria.
Los desfiles concluyen en el estadio Nacional de Tegucigalpa, donde en un estrado de honor, los participantes saludan al presidente hondureño, a su gabinete de gobierno, a los jefes de misiones diplomáticas y a los titulares de los diferentes poderes del Estado.
Las tribunas del estadio son ocupadas por el público general, compuesto en gran parte por padres de familia y por pobladores que acuden a disfrutar de la fiesta.
Los institutos que realizan las mejores presentaciones son premiados por las autoridades educativas lo que despierta un espíritu competitivo entre los jóvenes participantes.
Un sector de docentes en Honduras continúa politizando la educación y sus actuaciones están sujetas a las decisiones de la resistencia zelayista, pese a que en el gobierno del ex presidente Manuel Zelaya el instituto de previsión de los docentes, (Inpremah), fue llevado al borde del colapso debido a los abusos cometidos desde el poder público.
La situación del Impremah continúa sin resolverse.