En una resolución aprobada por unanimidad, el Congreso Nacional, de 128 miembros, también pidió el «apoyo solidario» de las Naciones Unidas y de los parlamentos Europeo (PE), Latinoamericano (Parlatino) y Centroamericano (Parlacen) ante la medida migratoria.
La resolución expresa «la inconformidad y rechazo del Congreso Nacional de Honduras ante la directiva europea sobre el retorno de nacionales de terceros países aprobada el 18 de junio por la UE, por considerarla con complicaciones violatorias a los derechos humanos».
El documento será enviado a la secretaría general de las Naciones Unidas, al PE, al Parlatino y al Parlacen «a efecto de establecer constancia histórica» de la protesta «y solicitar su apoyo solidario», añade el texto.
El jefe de la bancada del opositor Partido Nacional, Rodolfo Irías, quien propuso la resolución, dijo que ésta «lleva como único objetivo tratar de coadyuvar con miles de compatriotas que viven en la UE y que se van a ver afectados» por la directiva de retorno.
Con esta medida se pretende «crear de una forma u otra una persecución contra latinoamericanos que han buscado Europa como segunda patria», declaró Irías a la prensa.
Entre otras acciones, la medida permite internar a los inmigrantes indocumentados durante un período hasta de 18 meses, mientras se realizan los trámites para su repatriación.
La directiva de retorno, que entrará en vigor en 2010, ha sido criticada por varios gobiernos latinoamericanos, organizaciones no gubernamentales, juristas e intelectuales que consideran que se vulneran y recortan los derechos humanos de los inmigrantes sin papeles en la UE.