Conflictos humanos ocurren porque las personas son rechazadas, dice Iglesia Católica

Por:

Compartir esta noticia:

Tegucigalpa – La Iglesia Católica lamentó que entre la población no exista el amor de Dios, sino el rechazo y la falta de aceptación de unos a otros, lo que diariamente genera conflictos en diferentes sectores del país.

– La dignidad no la otorga la nobleza, ni las cuentas bancarias, eso viene de Dios el día de nuestro bautismo, dijo el líder católico.

– Además pidió a los hondureños buscar la gracia del Altísimo.

La homilía dominical celebrada en la Catedral Metropolitana, fue brindada por el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez, quien destacó que el amor de Dios, el amor de Cristo Jesús, “busca llenarnos de su amor”.

Durante su mensaje, remarcó que “todo niño, toda niña que viene a este mundo, necesita experimentar el amor de una madre y de un padre para poder madurar efectivamente y cuando eso no sucede, se crece con vacíos interiores, se crece después para buscar compensaciones de algo que faltó en la vida”.

Por lo cual, acotó que hay “responsabilidad para los padres”, al añadir que “tristemente, en nuestra cultura hondureña, cuantas madres solteras son abandonadas por quien solamente fue un episodio en su vida”.

Al mismo tiempo dijo que “no es así el camino que Dios quiere para la maduración del amor y por eso, esta experiencia humana de sentirnos amados, es la que da sentido a la vida”.

El líder religioso también señaló que “Jesús es el hijo amado de Dios, pero también todo ser humano es hijo e hija amada, pero mientras no hagamos la experiencia interior de sentirnos verdaderamente amados, permanecemos en la inseguridad”.

Consecuentemente remarcó que “muchas veces, los conflictos humanos vienen de que no somos aceptados”.

Amplió que estos conflictos ocurren en el hogar, en el trabajo, en la escuela o en la universidad.

Agregó que las frecuentes expresiones que se escuchan es “es que este me cae mal; es que a ésta no la soporto”, las cuales comentó que “son actitudes de rechazo”, al cuestionar el “¿por qué?, si Dios nos ama a todos”.

En base a lo anterior, Rodríguez Maradiaga insistió en que “Dios quiere verdaderamente que la vida del ser humano sea fundamentada en el amor, no en el odio, no en el rechazo, porque todos somos hijos de Dios”.

Detalló que cuando “soy hijo de Dios, no puedo maltratar a otro; yo no puedo insultar a otro; yo no puedo ofender a otro; yo no puedo quitarle la vida a otro, quitarle la vida a un hijo de Dios, es ofender profundamente a Dios que nos ama a todos como hijos”.

Igualmente explicó que “la dignidad no viene de ningún título de nobleza; no viene de ninguna cuenta bancaria, ni de ninguna riqueza de este mundo; la dignidad del hijo de Dios nos viene desde el día nuestro bautismo”.

spot_img
spot_img

Lo + Nuevo

spot_img
spot_img
spot_img
spot_imgspot_img