Óscar Omar Zúñiga, natural de San Pedro Sula, y sus acompañantes acabaron con la vida de ambos con palos y piedras, al parecer después de que los mexicanos intentaran abusar sexualmente de unas mujeres indocumentadas que los acompañaban, dijeron a Efe portavoces de la Procuraduría General de Justicia de Querétaro (PGJQ).
Los hechos ocurrieron el 4 de mayo de 2003 en la estación ferroviaria de El Ahorcado, municipio de Pedro Escobedo, en el estado de Querétaro, centro de México.
En el juicio el hondureño admitió su responsabilidad en el crimen de los dos mexicanos, cuyos cadáveres fueron encontrados al día siguiente por un trabajador del ferrocarril, detalló la fiscalía estatal en un comunicado.
La nota no menciona la suerte que corrieron los otros cuatro indocumentados que iban con él en el momento del asesinato.
El organismo señaló que las autoridades queretanas lograron la condena de Zúñiga bajo el cargo de «homicidio calificado» y le impusieron multas por valor de más de 95.000 pesos (unos 8.950 dólares).
Datos del Instituto Nacional de Migración (INM) mexicano señalaron que cada año unos 300.000 centroamericanos indocumentados cruzan por los 1.000 kilómetros de frontera que comparte México con Guatemala y Belice, en la mayoría de los casos en busca de mejores condiciones de vida que en sus países de origen.
México expulsó en 2006 a 179.345 inmigrantes indocumentados de su territorio, de los cuales el 47,2 por ciento eran guatemaltecos y el 32,9 por ciento, hondureños.
