Tegucigalpa – Con el reencuentro de cuatro familias hondureñas concluye este martes la Caravana de Madres Centroamericanas que llegó a México el uno de diciembre en busca de sus hijos y para denunciar la problemática de violencia que sufren los inmigrantes al atravesar este país.
– Durante el periplo, cuatro familias hondureñas se reencontraron en la ruta migratoria.
A lo largo de 19 días, familiares de inmigrantes desaparecidos procedentes de El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras recorrieron 4 mil kilómetros para hablar de este problema y buscar pistas para encontrar a sus desaparecidos.
Uno de los resultados más importantes a destacar es el reencuentro de cuatro familias hondureñas en diferentes estados mexicanos, algunos con casi dos décadas de no verse.
Durante el pasado fin der semana se produjeron los últimos dos reencuentros protagonizados por familias hondureñas.
La madre hondureña Dilma Pilar de Escobar estalló en júbilo la mañana del domingo cuando se reencontró con su hija Olga Romero Medina, después de ocho años de que la segunda salió de su casa en la población de Progreso, Yoro, con destino a Estados Unidos y no sabían nada ella.
Olga Romero radica actualmente en Tapachula, Chiapas, está casada, dedicadas a labores del hogar y tiene dos hijos ya nacidos en territorio mexicano.
Ese mismo día por la noche, se suscitó el reencuentro de José Sabas Martínez, un hombre de 57 años, con su hija Deyni Martínez Menjívar, quien hace un año fue reportada como desaparecida después de salir de la comunidad El Tigre, de Peña Blanca Cortés, Honduras.
Deyni Martínez fue localizada en Cancún, Quintana Roo, pero ambos reencuentros tuvieron lugar en Villahermosa, Tabasco.
Antes de estos reencuentros este medio de comunicación informaba el 11 de diciembre que 16 años después de haber emigrado de su natal Honduras, Mauro Orlando Funes Murcia, pudo abrazar en las últimas horas a su madre Clementina Murcia Hernández, quien forma parte de la Caravana de Madres Centroamericanas.
Este periplo rindió frutos para la madre hondureña, originaria de San Pedro Sula, norte del país, ya que además de abrazar a su hijo, algo que no hacía hace 16 años, pudo conocer a su quinceañera nieta.
El reencuentro de esta familia hondureña tuvo lugar en Guadalajara, Jalisco, hasta donde avanzó las madres centroamericanas después de haber emprendido la travesía el 1 de diciembre.
Apenas 24 jotas después tuvo lugar el reencuentro entre la madre Doris López y Carlos Roberto Mejía López quien emigró de Honduras hace 10 años y tras ser asaltado y perder todos los números telefónicos de su familia no volvió a saber de su madre.
En un emotivo momento madre e hijo se fundieron en un eterno abrazo y aunque el silencio se hizo presente las miradas y lágrimas sobraron.
Cuando Carlos intentó pasar la frontera a Estados Unidos lo asaltaron y perdió los números para llamar a su familia que vive en extrema pobreza en Honduras, en tanto Carlos se quedó a radicar en García, Nuevo León.
Esta es una historia que se repite casi a diario ya que los migrantes son asaltados y desterrados de sus pertenencias y con ello de los vínculos familiares.
Además de los recuentros entre familias hondureñas en la treceava Caravana de Madres Centroamericanas también se rencontraron una familia de Guatemala y otra de El Salvador.
Los actos oficiales de la caravana cerraron el lunes, fecha en que se conmemora el Día Internacional del Migrante pero para la delegación de Honduras conformada por 19 personas concluye este martes con el retorno al país centroamericano.
