Tegucigalpa – Un grupo de familiares de privados de libertad se apostaron este martes en las afueras del Congreso Nacional, denunciando supuesta violación de derechos humanos dentro de las cárceles de máxima seguridad que funcionan en Honduras.
– Autoridades aseguran que las protestas se deben a que se les terminó la fiesta y la gobernabilidad que ejercían en las cárceles hace unos años.
Un pariente de un privado de libertad de la cárcel de El Pozo, en Ilama, Santa Bárbara, arguyó que se están violando los derechos de los recluidos en ese recinto.
De igual forma, denunció que los custodios no les permiten ingresar diferentes productos para el aseo personal, además indicó que en diferentes ocasiones les han decomisado productos comestibles.
Al mismo tiempo, solicitó la destitución de autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP).
De su lado, German McNiel subdirector del INP, explicó que anteriormente los presidiarios mantenían grandes víveres dentro de los centros penales, sin ninguna regulación.
Apuntó que los procesos de pesquisas dentro de los recintos penales son exhaustivas, para evitar introducción de sustancias prohibidas.
El funcionario señaló que “solo este fin de semana, descubrimos a unas personas que intentaban introducir marihuana en unas escobas forradas por dentro”.
Añadió que en los aspectos alimentarios de los privados de libertad se cuenta con un menú especial, y que solo en esta presente administración se cuenta con el apoyo de un nutricionista, quien se encarga de elaborar un plan alimenticio para los recluidos.
Puntualizó que familiares de privados de libertad pueden llevar alimentos para ser degustados exclusivamente en el área de visita de la cárcel.
Paralelamente, en San Pedro Sula -la segunda ciudad más importante del país- otro grupo de personas se manifestaron de igual forma en contra de la gestión de las actuales autoridades del INP.
Más de 21 mil reos componen la población penitenciaria en Honduras.
