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Con homenaje póstumo Cancillería despide al Embajador Óscar Acosta Zeledón

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Tegucigalpa – Con la presencia de familiares, amigos y el Cuerpo Diplomático, la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional realizó las honras fúnebres al Embajador Óscar Acosta Zeledón.
 

En los actos la Canciller Mireya Agüero de Corrales dio lectura a la semblanza del Embajador, donde destacó que “Honduras ha perdido a un poeta de enorme valía y trascendencia”.

Asimismo, el Embajador Carlos López Contreras, dio lectura del Acuerdo de Duelo que posteriormente fue entregado a sus familiares. La oración fue dirigida por Monseñor Frederick Hansen, Encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica.

Expresó además que “se trata, en definitiva, de una vida dedicada por entero a las letras, lo que supo entretejer con sus misiones en el Servicio Exterior y en Cancillería. Óscar Acosta fue el prototipo del diplomático culto e ilustrado, en la línea de Rafael Heliodoro Valle, y -como él- representó a Honduras en el exterior de manera brillante”.

Destacó que el Embajador Acosta desde muy joven descubrió su vocación literaria y publicó su primer libro, Poesía Menor, a los veintitrés años. Tras un período de vida en Lima, Perú, como joven diplomático, regresó al país a ejercer un fecundo trabajo de periodismo cultural.

Prosiguió mencionando que de talante moderado, el poeta fue siempre tolerante con las ideas de los demás y capaz de dialogar e interactuar con personas de todas las ideologías políticas. En una palabra, fue alérgico al sectarismo, a la incivilidad y a la incultura.

Previo a concluir el homenaje la Canciller mencionó que el Embajador le dio prestigio a Honduras como escritor y diplomático ejemplar “vivió con plenitud y dignidad, y su recuerdo, entre nosotros, será perdurable e imperecedero, deja tras de sí una estela luminosa”.

Entre otros galardones, el Embajador Acosta recibió en 1960 el Premio de Poesía Rubén Darío, en Nicaragua; el de Ensayo Rafael Heliodoro Valle, por la UNAH, en 1979; el Nacional de Literatura Ramón Rosa y el de los Juegos Florales Centroamericanos de Quetzaltenango, Guatemala. Como diplomático representó a Honduras en Perú, España, Italia y El Vaticano.

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