Declaró que muchas de las protestas callejeras se dan porque el funcionario público no cumple con sus atribuciones y sus obligaciones.
“Deja que se atrasen salarios, no mantiene adecuadas las instalaciones de servicio público y entonces da lugar a las protestas”, precisó.
Reiteró que los problemas, en Honduras, no se resuelven de inmediato con inteligencia, como debiera ser y, generalmente, esos problemas se acumulan y acaban siempre en una crisis.
Según Custodio, una crisis no es otra cosa que un problema no atendido en forma debida para resolverlo.
Opinó que si cada problema se resuelve en su debido momento e instancia, el problema no crece y no se convierte en conflicto.
Señaló que la ineficacia de la administración pública se mide por el número de conflictos que van teniendo cotidianamente ya sea con los mismos o con otros gremios.
Lamentó que muchas de las crisis que se crean en el país son manipuladas.
Declaró que él siempre estuvo en contra de la toma de carreteras, de la toma de puentes y en contra de cualquier acto de violencia que significara alteración del derecho de los demás a la libre circulación.
Cuando fui presidente del Colegio Médico de Honduras me amparé en que el Código del Trabajo prohíbe las huelgas en las instituciones públicas y yo siempre estuve en contra de las huelgas en los hospitales o cualquier otra institución de servicio público, recordó.
Comparó que antes una marcha callejera no causaba los estragos del tránsito que causa ahora.
“Fíjese lo que significa económicamente una marcha callejera ahora, en donde usted tiene que invertir una hora en trasladarse a donde va, más combustibles, más tiempo, cuántos minutos (hombre- trabajo) se pierden y no son la solución”, expresó.
Custodio puso como ejemplo que en Japón, cuando los trabajadores quieren un aumento de salario aumentan sus metas productivas y le dicen al empresario podríamos producir más si usted nos paga más.
