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Colegios magisteriales agonizan ante desprestigio de su dirigencia

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Tegucigalpa – La falta de confianza en la dirigencia gremial le está pasando la factura y es factor relevante en la crisis existencial de los colegios magisteriales que parecen estar en sus estertores.
 

Las reformas aplicadas a la ley del Instituto de Prevención del Magisterio (Inprema), que permiten a los afiliados aportar a su libre voluntad, están pasando factura en algunos colegios magisteriales, debido a la precaria situación financiera ya es visible en ellos y podría empeorar ante la falta de aportantes a estas organizaciones que viven de sus afiliados. Se cuantifican en dos organizaciones más de 2O millones de lempiras dejados de percibir.

El vicepresidente del Colegio Profesional de Unión Magisterial de Honduras (Coprumh), Luis Ramírez, le confesó a Proceso Digital que esa organización dejo de percibir más de 10 millones de lempiras.

Mientras tanto, el presidente del Colegio de Pedagogos de Honduras (Colpedagogosh), Joel Espinal, estimó que las pérdidas ascienden aproximadamente a 8 millones de lempiras, después de que entró en vigencia la nueva ley.

Luis Ramírez confirmó que desde hace cuatro meses no se reciben aportaciones de los docentes, por lo que su destino podría encontrarse en la cuerda floja. Ramírez indicó que “el profesor afiliado que no cotice después de tres meses pierde todos sus beneficios como aportante”.

El dirigente magisterial argumentó que los docentes no quieren cotizar ya que el sueldo que devengan no es suficiente para aportar a una organización, esto se suma al alto costo de la vida.

Coprumh recibe por cada aportante directo 295.99 lempiras mensuales y a cambio recibe como seguro de vida 180 mil lempiras por muerte natural, 360 mil lempiras por muerte accidental, 540 mil por muerte accidental calificado y 180 mil por incapacidad total permanente.

A criterio del presidente del Colegio de Profesionales de Educación Media de Honduras (Copemh), Eulogio Chávez, las reformas tienen dos objetivos claros, el quiebre de las instituciones y desaparecer las organizaciones magisteriales, donde unos diez mil docentes ya renunciaron a los distintos colegios.

Ante esta situación, la dirigencia gremial, llama a un diálogo con las autoridades para poder solventar esta problemática que se agudiza cada vez más.

Los docentes cuentan con seis colegios magisteriales a nivel nacional: Colprosumah, Sinprodoh, Pricphma, Coprumh, Copemh Y Colpedagogosh, en ellos están agrupados unos 55 mil maestros del sistema público.

Desconfianza

Por su parte, los docentes no confían en las instituciones gremiales, ni gubernamentales, ya que para ellos al final son engañados; así lo argumentó Yosmira Guzmán, maestra del centro educativo John F. Kennedy, afiliada desde hace 10 años a un organismo gremial.

Guzmán agregó que “ las organizaciones vienen a ser un arma de doble filo con la aplicación de la Cuenta de Ahorro Previsional (CAP), el docente renuncia a un colegio magisterial, al final puede declararse en bancarrota y así perder todas las aportaciones y con lo del CAP el gobierno puede manosear los fondos, que con esfuerzo los docentes cotizan”.

Con la entrada en vigencia del CAP, los educadores afirmaron que sus ingresos se han visto perjudicados dejando de pagar sus cotizaciones a los colegios magisteriales que brindan seguro de vida y gastos fúnebres.

CAP

El gobierno de forma automática les deduce a los docentes el 4 por ciento del sueldo base mensual, dinero que se destina para la Cuenta de Ahorro Previsional (CAP).

Sin embargo, los educadores que no deseen cotizar al CAP, deben manifestarlo por escrito, llenando un formulario y, para que tenga efecto deben ser aprobados por el Instituto de Previsión del Magisterio, en cuyo caso, en un período menor a 60 días debe ser cancelada la retención automática y deben ser devueltos los valores a su favor.

Organizaciones más independientes

Sobre el tema Proceso Digital consultó con el sociólogo José Martínez, quien dijo que en la realidad el Estado hondureño tiene que garantizar derechos fundamentales como la libre asociación y el de respeto a la decisión de los ciudadanos de organizarse bajo la forma que estime conveniente.

Martínez agregó que cuando el Estado recogía las cotizaciones fue siempre una amenaza para los colegios magisteriales, ya que no les permitían ser más independientes. Sin embargo el gran reto de la dirigencia es asegurar que con su liderazgo, los docentes quieran pertenecer a los colegios pagando voluntariamente sus cuotas para que los colegios sobrevivan.

El sociólogo señaló que lo que está a prueba es que las organizaciones magisteriales sean capaces de defender y responder por los intereses de los maestros.

A juicio de Martínez alguna dirigencia magisterial no está a la altura de las demandas que el gremio requiere. Según él, dirigentes de los maestros no supieron defender con inteligencia el tema del Inprema, lo mismo ocurre con los propios colegios magisteriales, por lo que están cosechando los errores que cometieron en los últimos años.

El sociólogo abogó por una renovación de todo el liderazgo magisterial.

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