El tramo de aproximación del puente, ubicado a unos 150 kilómetros al noroeste de San José, fue arrasado este jueves por el cauce del río Seco, que creció con las fuertes lluvias de la jornada y ahora hace imposible que los vehículos crucen de un lado a otro.
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), anunció que terminará de reparar el daño este domingo, pero el cierre parcial de la principal vía del país obliga a 400 furgones, al menos 130 autobuses y 4.000 vehículos particulares por día a transitar por rutas alternas, para poder desplazarse a la zona del Pacífico norte.
Por su parte, la Cámara de Industrias y la Cámara de Exportadores indicaron hoy que prevén importantes pérdidas por los atrasos en el envío y llegada de materias primas, productos perecederos, medicamentos, agroquímicos y otros bienes que se movilizan desde y hacia Centroamérica.
El presidente de la Cámara de Industrias, Juan María González, señaló a la prensa local que hechos como este evidencian la «vulnerabilidad» del país, pues se depende para el comercio, de una sola vía.
La Cámara de Exportadores indicó que aún no es posible calcular el impacto económico del cierre de la carretera, pero además del aumento en los costos de transporte por vías alternas, se prevé un caos en la frontera con Nicaragua cuando lleguen los furgones que se mantienen atascados.
Además, las vías alternas son más largas y menos seguras, y de acuerdo con informes del MOPT, todas presentan importantes embotellamientos en este momento.
La Cámara Nacional de Turismo se unió hoy a las quejas pues muchos hoteles en la provincia de Guanacaste (Pacífico norte) recibieron cancelaciones por la imposibilidad de los turistas de trasladarse a la zona.
«En promedio el rango de ocupación perdida va entre el 5% y el 70%», apunta un comunicado.
