El informe destaca que las naciones de Asia del Este y Sudeste han fortalecido con creces su posición en la economía mundial en términos de crecimiento, comercio internacional, inversión extranjera directa, innovación tecnológica y fuente de recursos financieros para mantener los equilibrios internacionales.
El informe trasciende precisamente en un momento que el presidente de Taiwán, Shen Shui-bian, realiza una ofensiva diplomática en la región en búsqueda del apoyo político de Centroamérica y el Caribe hacia su país, ante el avance incontenible de China continental en el istmo.
La deserción de Costa Rica del club de amigos de Taiwán en la región y el establecimiento de relaciones diplomáticas con China Continental fue un duro revés a las históricas aspiraciones taiwanesas de lograr el reconocimiento en el concierto de las naciones del mundo.
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En cambio, las importaciones latinoamericanas y caribeñas son la imagen invertida de las exportaciones, es decir, se agrupan en manufacturas de alta tecnología.
De allí que, según la CEPAL, el desafío se centra en captar inversión asiática en las cadenas de comercio inter-industrial, así como estimular el comercio intra-industrial con esa región.
“Estados Unidos sigue siendo el principal destino de las exportaciones regionales, sin embargo, si se excluye a México, el principal mercado extra-regional es el asiático, desplazando a Estados Unidos al segundo lugar y a la UE, al tercero”, apunta.
El avance de China
Agrega que si ya China desplazó a Japón como principal socio comercial de América Latina y el Caribe en Asia, por otro lado, la participación de cinco de los países de la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN) –Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur y Tailandia (ASEAN 5)- ha desplazado a la República de Corea como fuente de importaciones y como destino de las exportaciones de América Latina y el Caribe.
En su informe, la CEPAL señala que ventajas tales como mano de obra calificada, fuentes de energía más baratas, abundancia de recursos naturales, cercanía al mercado de Estados Unidos, complementadas con políticas que estimulen el desarrollo industrial y la innovación, podrían permitir a América Latina y el Caribe participar de forma más intensa en las cadenas de producción de Asia.
Sin embargo, la CEPAL recalca que todos estos desafíos exigen avanzar más rápido en la diversificación exportadora, la innovación de productos y procesos, y en el estímulo al comercio intra-industrial entre Asia y América Latina y el Caribe.
Por otro lado, la difusión de acuerdos comerciales intra-Asia puede generar desviación de comercio en contra de las exportaciones de América Latina y el Caribe, toda vez que el comercio intra-asiático quedaría liberado de cancelar los altos aranceles aplicados por los países de la ASEAN, Japón, China, la República de Corea a los productos agrícolas, textiles y confección y algunos sectores de maquinarias.
La eventual suscripción de acuerdos comerciales entre países de la región y las economías asiáticas podría atenuar esa desventaja de América Latina y el Caribe con relación a la competencia de la ASEAN.
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