Por: Arabesca Sánchez
En esta ocasión vale la pena que revisemos el caso de académicos que se vuelven presa de la criminalidad organizada internacional ya que últimamente ha encendido las alarmas en las agencias de investigación de varios países al igual que en la comunidad académica científica.
Ya desde décadas pasadas se ha alertado a la comunidad de facultades de química y farmacia sobre la contratación que hacen los carteles para el tratamiento de precursores químicos que sirven de base en el proceso de fabricación de drogas sintéticas – practica que sigue en auge, y desde que la pandemia ha frenado el contrabando de estos compuestos utilizados en los narco-laboratorios – ahora podrían estar buscando contratar localmente a los especialistas en estos temas.
A modo de prevención de que científicos, académicos y estudiosos universitarios terminen cayendo en redes de criminalidad, a continuación, analizamos algunos casos que han sido de impacto en los últimos años y el daño que han producido en la salud pública -tema del momento-.
Éxtasis en salamanca
El primer caso se ubica en mayo del 1996, el profesor titular de la facultad de química de la universidad de esa ciudad Marcial Sánchez González, fue condenado en la audiencia provincial de Salamanca España, por fabricar estupefacientes -ventiladores, recipientes, extractores de gas, libretas de apuntes con diseños químicos, botellas de alcohol, aguarrás y mascarillas, además de MDMA y PMA fueron algunas de las evidencias recolectadas por la policía- utilizados para la fabricación de drogas denominadas “éxtasis”.
La modalidad criminal incluía la elaboración de estas sustancias en un narco laboratorio situado en una casa en una comunidad cercana a la ciudad, luego esas sustancias eran transformadas en pastillas que luego eran comercializadas en el bajo mundo criminal. Para 2014, el profesor volvió a reincidir, por lo que fue nuevamente enjuiciado, esta vez por dirigir un narco laboratorio en la comunidad de Valdefinjas que fue intervenido por la guardia Civil española.
Laboratorio Escolar
Otro caso revelador, ocurrió en Noviembre del 2019, en esta ocasión, dos profesores de la asociación de química -Terry David Bateman y Bradley Allen Rowland- recibieron cargos en el estado de Arkansas, por “fabricar metanfetaminas” ni más ni menos que en las propias instalaciones escolares en donde ambos trabajaban; el encendido de alarma lo hizo los fuertes olores a químicos que salían del propio laboratorio de química, y producto de ello se ubicaron -entre otros- los elementos probatorios iniciales se identificaron los rastros de cloruro de bencilo -químico utilizado para sintetizar metanfetamina- para sostener el caso por parte de las agencias de investigación de esa ciudad, hasta judicializar el caso que terminó acabando la carrera de ambos -al menos como profesores-.
Lavandero Académico
Un caso más reciente -y además complejo porque no solo era especialista en crimen organizado sino que además incluyó modalidad de lavado de dinero- ocurre en octubre de 2019, y la comunidad universitaria de Miami quedó sorprendida tras iniciarse el juicio en contra del académico Bruce Bagley -reconocido profesor- que fue acusado por la fiscalía de NY por participar en conspiración y ejecución del delito de lavado de activos provenientes de actos de corrupción que involucraron una modalidad criminal que circunscribió catorce depósitos a su cuenta bancaria en Suiza y Emiratos Árabes Unidos que acumularon tres millones de dólares en favor del profesor.
A todos esos cargos, Bagley terminó por declararse confeso aceptando los cargos ante un juez, e identificando la identidad de los intermediarios que fueron sus contactos desde la fuente original de los fondos -proyectos de obra pública de Venezuela-; admitiendo además su conocimiento previo del origen ilícito de los fondos que recibió.
El acusado incluso se prestó a fundar empresa en Florida a nombre suyo y de su conyugue; esto -por supuesto- acabó por completo con la carrera del otrora autor de libros sobre criminalidad organizada y profesor universitario.
Narco laboratorios hondureños
En el país, también las redes del crimen organizado reclutan profesionales especializados para echar a andar sus narco laboratorios; por lo que también aquí han habido casos similares a los anteriormente expuestos, en el caso de la “operación alquimia” -especialmente dirigida contra la fabricación de precursores químicos para la elaboración de drogas sintéticas- desarrollada en noviembre de 2018, se identificaron vínculos con especialistas en química y farmacia que incluso registraron empresas especializadas en el manejo de componentes químicas que -de acuerdo a diarios locales- desde el año 2009 ya habían tenido denuncias similares.
Pruebas piloto o empresa local criminal establecida
Considerando lo anterior, podemos preguntarnos si esta practica ¿se trata de una prueba piloto de la criminalidad organizada para abaratar costos en la fabricación de las drogas?, ¿contratación de académicos especialistas en química y farmacia para producir los precursores que cada vez se les hace más difícil importar al país?, o simplemente esta ¿es una empresa criminal local ya establecida?
Las ultimas incautaciones realizadas -según diarios locales- por la DLCN de Ministerio Público y la DGSE de la Policía Nacional, de componentes utilizados en la fabricación de drogas sintéticas- indican que aún circulan estos precursores por nuestro territorio, -aunque no siempre con destino final Honduras- ahora también con destino final a otros países de la región centroamericana; esto nos conduce a cuestionar acerca de la presencia de narco laboratorios en el país que -también desde 2009- vienen siendo identificados por agencias policiales especializadas en esa materia; y siendo que incluso esta semana fue identificado y destruido el ultimo que se ha encontrado -hasta ahora- no sería extraño que se esté tratando de implementar esta empresa local criminal con todos los insumos producidos en el país para la comercialización de drogas sintéticas.
En conclusión, es a través de este tipo de reflexiones, a partir de lo cual podemos tomar conciencia y prevenir de que se pierdan talentos académicos como estos en manos de la criminalidad; entendiendo que el crimen no solo recluta menores de edad -por ser inimputables- no, también busca cerebros que les diseñen sus artimañas; así que como profesionales especializados, por eso, habrá que mantenerse ojo al cristo profesores y no dejarse engatusar ni con cuentos de camino real, ni con verdes constantes y sonantes. Y en estos días en que los insumos químicos se venden como confites ¡Todos a estar alertas!