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Cenas, rifas y colectas, en la mira de Unidad de Política Limpia

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Tegucigalpa – Las cenas, rifas, colectas y otros gastos propios de las campañas políticas, que entraron a cielo abierto a partir del 26 de agosto, deberán ser reportadas a la Unidad de Fiscalización de la Ley de Política Limpia, cuyos magistrados tejen alianzas con la sociedad civil, empresarios y entes de control para una veeduría oportuna de la transparencia en el proceso.

El lunes 28 de agosto, cuando el país amaneció legalmente habilitado para la publicidad, los aspirantes políticos entraron también al escrutinio público y los responsables de dirigir la Unidad de Fiscalización de la Ley de la Política Limpia comenzaron a verificar el cumplimiento o no de los topes de campaña autorizados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) según lo establecido en la ley de la política limpia que regula el financiamiento de las campañas y el dinero que para las mismas llega a los partidos políticos y a las candidaturas independientes.

El reglamento sobre cómo se medirá ese proceso, hasta donde los techos límites se cumplen o incumplen, y el papel que juega la banca en cuanto a los aportes que ingresan, al momento de brindar un reporte a la Unidad de Fiscalización, son algunas de las novedades con que cuenta este proceso electoral.

No solo los montos que reciben por donaciones u otro tipo de aportes serán auditados en este proceso, también las llamadas colectas, cenas, rifas y gastos en publicidad en propaganda entran en esta etapa de auditoría, explican las autoridades del TSE.

Banderas1Todos los partidos políticos están bajo la lupa de la Unidad de Política Limpia.

En este sentido, los magistrados de la Unidad de Fiscalización de la ley de política limpia han anunciado a los partidos políticos que todo tipo de actividades que sean para generar ingresos, deben ser reportadas a la Unidad, ya no se pueden disparar sin entrar a un control como estipula la ley.

Los responsables de la Unidad de Fiscalización se han reunido así con los partidos políticos para instruirlos de las nuevas disposiciones que especifica la ley de política limpia, al tiempo que coordinan esfuerzos para el control del dinero con las autoridades del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), la Comisión Nacional de Banca y Seguros, la SAR, y el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), entre otros.

Sector privado también con techos

También han sostenido reuniones con el sector privado para explicar los techos de las donaciones como aportes a las campañas políticas, que los montos límites fijados caen dentro de un aporte global y no individual. Por ejemplo, si existe un techo límite de aportar 10 millones a una campaña, esto es para todo el proceso, y no 10 millones a un determinado candidato en particular. El sector privado quiere saber con certeza hasta donde puede y hasta dónde no puede aportar.

Los inversionistas en la política quieren saber cómo deben dar su dinero y cuánto es lo que deben aportar, aseguran los comisionados de la Unidad que han advertido que quienes se pasen de los techos límites establecidos para gastos de campaña serán sancionados e incluso sacados de las planillas políticas.

Si en sus auditorías de financiamiento, cuyos resultados se conocerán posteriores a los comicios generales de noviembre, los responsables de la Unidad detectan y comprueban que una campaña política fue financiada por dinero procedente del narcotráfico, crimen organizado o la corrupción, esa candidatura será anulada. Un partido político que haya recibido dinero sucio puede ser cancelado en su personería jurídica, según la ley.

Propaganda1A medio gas comenzó la publicidad de los candidatos en sitios públicos.

Con las instancias de sociedad civil han sostenido reuniones con Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) y con la Coalición de Observación no partidaria N-26 para conocer sus propuestas de seguimiento y veeduría al proceso electoral más allá del día de las elecciones generales.

Los responsables de la Unidad de Política Limpia aseguran que trabajan en una serie de herramientas para medir el proceso, conscientes que están contrarreloj y que quizá no toda la ley pueda ser aplicada en este proceso, pero han identificado los puntos clave sobre los cuales pueden tener resultados interesantes en este primer paso de medición.

Más de mil millones en campaña

El reglamento de la ley de la política limpia ya fue aprobado por el Tribunal Supremo Electoral, en vista que la Unidad está adscrita al mismo.

David Matamoros.Para el magistrado presidente del TSE, David Matamoros, otro de los elementos que caracteriza el actual proceso electoral, es que, a partir del 28 de agosto, desapareció la “campaña de promoción del gobierno central y de los gobiernos locales; queda prohibido que hagan publicidad con fines electorales”, acotó.

El propio Ejecutivo anunció la decisión de suspender la publicidad en base a la fecha que manda la normativa.

Matamoros indica que este proceso electoral tiene cosas buenas, “Hoy como nunca estos comicios a nivel de gastos de campaña tienen límites y hay Unidad que los va fiscalizar, ya no se pueden disparar a la libre, ahora hay un tope para medir gastos y eso es positivo”, aseguró.

La actual campaña electoral tiene un techo límite de gasto en publicidad a nivel electivo presidencial de más de 469.6 millones de lempiras, una cifra que ha impactado a varios sectores sociales en función de la situación del país. Pero las autoridades del TSE señalan que ese monto sale de una fórmula matemática aprobada en la ley de la política limpia.

Ese monto se obtiene multiplicando el número total de ciudadanos registrados en el Censo Nacional Electoral por el doble del costo por voto, actualizado por el TSE que, para efectos de las elecciones generales de 2017, se ha establecido en L.78.78, en virtud que el valor actualizado del voto es de L.39.39.

Miles de millones de lempiras se gastarán en esta campaña política.

Partiendo de esa fórmula, el monto aprobado para una campaña presidencial es de más de 469,6 millones de lempiras, tomando en cuenta que la carga electoral nacional es de más de 5.9 millones de electores.

A nivel electivo de diputados, el techo limite aprobado es de más de 465,8 millones de lempiras, monto que se obtiene multiplicando el número total de ciudadanos registrados en el Censo Nacional Electoral departamental por el doble del costo del voto de L.78.78 actualizado por el TSE. El total departamental se dividirá entre el número de diputados a elegir por departamento. 

Solo a nivel electivo presidencial y a nivel de diputados, el techo límite de campaña aprobado en conjunto es de más de 935.4 millones de lempiras. A nivel electivo de gobiernos municipales, los techos varían según la carga electoral del censo nacional electoral municipal.

Así, la campaña electoral de noviembre próximo tendrá un gasto total superior a los mil millones de lempiras, una de las más caras, y sobre los cuales ya la Unidad de Fiscalización de la Política Limpia buscará atajar el ingreso de dinero ilícito procedente de la corrupción, el narcotráfico y la criminalidad organizada.

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