Su cadáver fue hallado al día siguiente en un canal de riego con signos de tortura y cinco balazos.
El reportero trabajaba desde hacía más de una década en La Opinión de Torreón, cabecera del diario Milenio en esa zona. Era especialista en temas policiales y su último artículo fue sobre la corrupción en la policía local.
La ciudad de Torréon, perteneciente al estado de Coahuila (en la frontera con Durango), ha experimentado un aumento de la violencia a causa de la guerra entre los carteles de la droga y en respuesta a las acciones del Gobierno contra el narcotráfico.
Según Milenio, tres de los cinco detenidos confesaron su pertenencia a «Los Zetas», brazo armado del cártel del Golfo y considerada una de las organizaciones criminales más sanguinarias del país.
Los presuntos sicarios se atribuyeron además otro asesinato reciente, el de la subdirectora de Servicios Periciales de Durango Martha Georgina Correa, a quien atacaron el 19 de mayo.
La funcionaria falleció el 5 de junio en la capital mexicana.
El asesinato de Barrón desató una ola de indignación en la región que se plasmó en una manifestación de periodistas de la zona con el lema «Todos somos Eliseo».
El suceso motivó la condena de la UNESCO, la Sociedad Iberoamericana de Prensa (SIP) y la Organización de Estados Americanos (OEA), y empujó al Gobierno mexicano a ofrecer una recompensa de 385.000 dólares por los asesinos.
Según los datos de la Federación Internacional de Periodistas, en México han sido asesinados desde el año 2000 49 informadores, cuatro de ellos en lo que va del presente años, y la gran mayoría de estos crímenes permanece impune.